Tres sistemas operativos en uno, eso es lo que Microsoft nos ha mantenido oculto hasta ahora sobre su nueva plataforma Xbox One. Funciona con 8GB de memoria RAM, tiene una unidad lectora de Blu-Ray y una arquitectura de procesador de 64 bits con 8 núcleos de procesamiento independientes. En cuanto a lo de los tres sistemas operativos está referido a una arquitectura piramidal en el cual, cada uno de ellos desarrolla una tarea distinta. Uno de ellos permite el acceso web y una serie de subtareas relacionadas con internet; el segundo es uno hecho a medida para los videojuegos y el último tiene por objetivo "atar" a los dos anteriores. La arquitectura de 64 bits supone de forma oficial que Xbox One no permitirá recompatibilidad con los juegos de la anterior plataforma.
A esto se suma un acceso USB 3.0, un disco duro de 500GB y una entrada y salida de HDMI. Estas dos últimas entradas representan la nueva apuesta de Microsoft para pasar la señal de TV a través de la consola y superponer elementos interactivos sobre la imagen en tiempo real. Para Microsoft, esto último supone una nueva forma de consumo que va a revolucionar considerablemente la industria del entretenimiento.
Un mando que respeta sus orígenes
El nuevo controlador tiene una forma similar al anterior mando de la serie pero con ciertas diferencias técnicas que lo convierten en un mando completamente nuevo, aunque respetando la victoria ergonómica que supone su formato en Xbox 360. Según sus creadores es "un controlador creado por los jugadores, para los jugadores". Tiene una batería integrada al igual que el de PS3, unos pads mucho más cómodos y una serie de ajustes dirigidos para los verdaderos gamers. Los gatillos tienen integrados dos motores de vibración individuales para mejorar la experiencia de juego.
Un Kinect muy mejorado
Xbox One no viene sola, trae consigo a un amigo que ha recibido una buena limpieza de cara y trabaja conjuntamente con la nueva parte interactiva de la consola. Nos referimos a Kinect, el detector de movimiento y realidad aumentada de Xbox que ahora tendrá una precisión mucho mayor. Dispone de una cámara que trabaja en resolución 1080p con conectividad a Skype. La compañía afirma que el nuevo Kinect es capaz de leer los latidos del corazón, detectar nuestro mando e incluso nuestras manos sujetándolo de forma independiente.
Su estructura integra también un micrófono con detector de voz desde el cual podemos controlar diferentes aspectos de accesibilidad de la consola liberándonos de los arcaicos mandos a distancia de toda la vida. Cada orden se iniciará con el comando vocal "Xbox" para evitar que la consola realice operaciones de forma accidental mientras la gente a su alrededor esté hablando.
La conectividad sube de nivel en One
Xbox LIVE por otra parte ofrecerá 300.000 servidores independientes para Xbox One, lo que supone una ampliación considerable respecto al servicio que ofrecía Xbox 360. Los sistemas de búsqueda integrados en LIVE pueden trabajar de forma simultánea mientras realizamos otras actividades con la consola.