Un grupo de empleados de Activision Blizzard le ha preguntado a Microsoft si se opondrá o no a los esfuerzos realizados para poder sindicalizarse, específicamente el estudio a cargo (entre otros) de la franquicia 'Call of Duty', Raven Software. Según el medio Axios, en respuesta a una carta enviado por los empleados de Raven, la compañía no se opondrá a los esfuerzos por sindicalizarse, que en gran medida, han cobrado impulso a raíz de los escándalos de Activision Blizzard.
En la carta, que ha sido compartida con Axios, los trabajadores preguntan al director general, Satya Nadella, si Microsoft ha autorizado a Activision a pronunciarse sobre el reconocimiento del sindicato. Los trabajadores de Raven también acusan a Activision de utilizar tácticas de "desintegración sindical" para evitar su acción, y piden a Microsoft que detenga la "campaña que se está librando contra nosotros".
En respuesta a la carta, un portavoz de Microsoft le comunicó a Axios: "Microsoft no se interpondrá en el camino si Activision Blizzard reconoce un sindicato. Microsoft respeta el derecho de los empleados de Activision Blizzard a elegir si ser representados por una organización laboral y honraremos esa decisión".
Activision intentó frenar al sindicato
Axios señala que la declaración no aclara en qué etapa se encuentra actualmente la discusión. En febrero, el vicepresidente de control de calidad de Activision, Christian Arends, envió un mensaje al personal en un intento de disuadirlos de afiliarse a un sindicato. En enero, un grupo de 34 miembros llamado Game Workers Alliance solicitó oficialmente a la empresa matriz, Activision Blizzard, que reconociera al sindicato. En noviembre, Activision informó a 12 trabajadores de control de calidad de Raven Studios que sus contratos finalizarían el 28 de enero. Los despidos acabarían por reducir la plantilla de control de calidad de Raven de 40 empleados, que trabaja principalmente en Warzone, en poco más del 30 %, según los manifestantes que habían estado en Huelga por casi dos meses.
Se afirma que el personal afectado que fue despedido contaba con "buena reputación", lo que significa que no habían cometido ningún delito por el que pudieran ser despedidos, y que los despidos se llevaron cabo en el momento en que Warzone generaba unos ingresos de 5,2 millones de dólares diarios.