Hoy mismo, ha tenido lugar un problema masivo en muchas Xbox One a lo largo de todo el globo. Jugadores comentando en redes sociales que la consola no accede a la pantalla de inicio, y en lugar de eso se queda en una pantalla negra perpetua.
Algunos usuarios, como informan en Eurogamer UK, consiguieron pasar de esa pantalla negra desconectando la Xbox de internet; si estaba conectada, en cambio, era imposible acceder a las funcionalidades básicas de la consola. Un problema de gran envergadura que Microsoft no ha tardado en reconocer y en empezar a investigar.
Rápido arreglo
Por suerte, la compañía de Redmond ya ha conseguido identificar y solucionar el problema, como podemos ver en la cuenta oficial de Twitter del soporte de Xbox. No se detalla cuál ha sido específicamente la causa, pero todo parece indicar a un problema en los servidores, ya que la raíz estaba en la conexión a internet de las consolas. De hecho, en los primeros minutos después de que Xbox comunicara que había identificado el problema, muchos usuarios pudieron pasar de la pantalla negra, pero con problemas de conectividad para jugar online, como nos cuentan en el portal SomosXbox.
Si ahora accedemos al estado de Xbox Live en la página oficial de Microsoft, vemos que todo está en orden. Un susto que no ha durado más de la cuenta gracias a la rápida acción de los ingenieros de la compañía. Esto nos lleva a pensar en cómo se habría sucedido este aciago acontecimiento si se hubieran mantenido los planes iniciales que Microsoft anunció para Xbox One allá por 2013, esos que nos indicaban que la consola tenía que estar obligatoriamente conectada a internet si queríamos usarla. Afortunadamente, los de Redmond recularon a tiempo, así que al menos, si hoy querías disfrutar simplemente de un juego para un jugador podías hacerlo sin que tu consola quedara 100% inutilizada.