Microsoft ha salido en defensa del diseño de su consola de nueva generación, Xbox One, señalando que mientras a todo el mundo le encantarían los productos con diseños elegantes y delgados, al final es la parte de la ingeniería la que acaba definidendo el diseño de una consola para que su rendimiento no se vea afectado.
Su tamaño y diseño está totalmente justificado
Carl Ledbetter, quien supervisó el proceso de diseño y creación de Xbox One, cree que su diseño podría no ser del agrado de todos, pero este proceso debe considerar en primer lugar el rendimiento general de los componentes y promoverlo, no limitarlo. "Todo el mundo se siente frustrado, porque lo que queremos es que todo sea finísimo, no se caliente, y que estos términos sean fáciles de poner juntos", reveló Ledbetter al medio MCV.
"Pero la realidad es que hay cuestiones muy reales alrededor del enfriamiento cuando estás empujando un buen número de vatios hacia el procesador, por lo tanto, la consola tiene que tener un cierto tamaño. Siempre hay una dinámica interesante entre la ingeniería y el diseño, y las restricciones sobre el rendimiento.", explica.
Aún así, Ledbetter cree que la versión final de Xbox One ofrece la mejor combinación entre ingeniería, diseño y tecnología, ya que funciona, se ve bien y proporciona un potente dispositivo.