El inicio de las andaduras de Xbox One en el mercado no fueron del todo agradables, puesto que aparte de tener que recuperarse de la mala imagen del DRM que obligaría a tener la consola siempre conectada, en su salida venía acompañada de Kinect y no había discusión. Dicho accesorio de control por movimiento no tuvo mucho éxito entre el público durante su versión de Xbox 360 y creyeron que sería se impulsaría su uso al incluirla de serie con todas las Xbox One, aunque eso aumentase su precio hasta los 499 dólares o euros y dejase a PlayStation 4 como una opción más barata.
Se sigue usando, pero no dicen cuanto ni cómo
Desde que Phil Spencer se puso a cargo de la división de Xbox, el uso de Kinect en el ecosistema de la consola ha quedado totalmente neutralizado y apenas se vislumbran juegos que usen la cámara que muchos compradores de la consola se han tenido que comprar sin discusión. Todo hace pensar que se trata de un accesorio prácticamente extinto, pero no lo cree así el jefe de marketing de Xbox, Mike Nichols.
Según Nichols, no puede especificar cuánta gente exacta aún usa Kinect en Xbox One, pero insiste en que una gran mayoría de usuarios que lo tienen aún le da uso, aunque sea para usar la interfaz de la consola y no para juegos propiamente dicho. Estas declaraciones dejan claro que Kinect se suma a la lista de experimentos fallidos en el ámbito de los videojuegos, aunque se ha usado mucho en proyectos universitarios y científicos no relacionados con los videojuegos.
Si bien Microsoft Games invirtió muchos recursos en él desde que era conocio como Project Natal y fue protagonista de más de una conferencia del E3[/a], su potencial estaba infrautilizado y apenas unos pocos juegos como '[i/]https://www.zonared.com/retro/juegos/child-of-eden/[i]Child of Eden' o la serie 'Dance Central' lo usaban correctamente. Todo eso unido a una necesidad de un espacio amplio que no todo el mundo tiene, han llevado a Kinect al abandono total por parte de sus creadores y también de los usuarios.