La semana pasada pudimos valorar el informe financiero de Nintendo y, con ello, apreciar la importancia de la compañía en todo lo que es el videojuego. Gracias al documento sabemos que 'The Legend of Zelda: Breath of the Wild' se ha convertido en el juego más vendido de la franquicia; que 'Super Mario Odyssey' ha logrado vender más de 10 millones de copias; y que en un año ya se han vendido 17 millones de Nintendo Switch. El buen estado de forma de los japoneses es más que obvio, pero desde la propia compañía quieren reforzar el que consideran su talón de Aquiles: el mercado de móviles.
Tatsumi Kimishima, el que es el actual presidente de la compañía hasta su reemplazo en junio, confirmó la noticia en una reunión con los inversores. Los esfuerzos que hemos hecho hasta la fecha han cumplido los objetivos de expandir el número de gente que tiene acceso a las IP de Nintendo. Aún con todo y con eso, todavía no hemos alcanzado un beneficio satisfactorio, por lo que nuestro objetivo es expandir la escala de este negocio para convertirlo en uno de los pilares financieros. Las palabras de Kimishima son claras: quieren expandir el mercado móvil para generar más ingresos de los actuales.
El futuro presidente de la compañía, Shuntaro Furukawa, confirmó en una entrevista a través de Nikkei que sus objetivos pasaban por ingresar 911.000 millones de dólares en este mercado. Según la propia entrevista, en el año 2017 el equipo logró recaudar un 39,7% de esa cifra.
Con potencial pero sin aprovecharlo del todo
Lo cierto es que Nintendo se ha esforzado en crear contenido para móviles, aunque no haya llegado a tanto mercado. Actualmente cuenta con cuatro juegos en el mercado; 'Pokémon GO', que es del que más tajada han sacado; 'Fire Emblem Heroes', que no ha gustado demasiado; y 'Super Mario Run' y 'Animal Crossing Pocket Camp', que no han tenido el impacto esperado.