Hace solo unas semanas se presentaba al mundo una nueva consola Android que cabía dentro de una carcasa de Pen Drive y que a su vez se encajaba en un sencillo controlador. Se bautizó como GameStick y a plena vista presentaba una importante competencia a la previamente anunciada Ouya. Su campaña Kickstarter buscaba una financiación de 100.000 dólares y prometía ser un buen complemento para el entretenimiento en el hogar.
El exitoso proyecto afronta sus horas finales
Hoy, a menos de 70 horas de que acabe la campaña de financiación colectiva se han superado con creces los objetivos, llegando hasta los 522.000 dólares. Por ello, sus responsables han publicado una nota en la que presentan el modelo final de su prometedor dispositivo, así como algunas novedades que le darán más vida e interactividad con el usuario y el entorno.
Además de agregar a la consola un puerto para tarjetas MicroSD de hasta 32GB, se ha presentado un periférico con numerosos puertos USB y HDMI. En ellos se pueden conectar teclados, ratones, cámaras, cargadores para el mando e incluso memoria adicional. Esta última opción puede elevar la capacidad total de la consola hasta los 104GB.
"La estación de puertos de GameStick es un buen ejemplo de cómo hemos actuado con rapidez para innovar, mientras estamos todavía en la fase de pre-producción", declaraba Anthony Johnson, CMO de PlayJam. "Se ha hecho en tan solo 30 días pero creemos que el resultado merece la pena. Estamos encantados de haber sido capaces de adaptar el producto tanto como lo hemos hecho en tan poco tiempo".