Masahiro Sakurai cita las 5 claves que hacían grande a Satoru Iwata

PARTICULAR DESPEDIDA

Por Sergio Carlos González Sanz

El 23 de Julio 2015 | 08:20

El padre de 'Super Smash Bros.' le brinda esta profunda despedida a Iwata-san en su columna de Famitsu.

Desde que Satoru Iwata nos dijese adiós el pasado 11 de julio a los 55 años de edad por esa complicación en su conductor biliar, las despedidas y mensajes de agradecimiento no han cesado un solo día. Uno de sus más grandes compañeros desde que Iwata-san comenzase en esta industria es Masahiro Sakurai, con quien trabajó en HAL Laboratory.

5 cualidades que le definían

sakurai

El señor Sakurai, agotado tras 'Super Smash Bros. for Wii U', está ya casi desvinculado de Nintendo a nivel interno, pero ello no le ha impedido dedicar su columna de Famitsu de esta semana exclusivamente a Satoru, su compañero y amigo. Para él hubo cinco puntos clave en la personalidad de Iwata que le hacían diferente, especial y único.

"Era un hombre virtuoso. En aquellas situaciones en las que una persona normal se enfadaría o molestaría, él jamás mostraba ese tipo de emociones; en cambio, analizaba, organizaba y ofrecía ideas. Era alguien que podía agachar la cabeza y disculparse por cosas que no eran culpa suya. Solía preocuparme su estrés, pero siempre iba con una sonrisa.

Tenía una mente brillante. Incluso cuando la gente hablaba mucho o sin centrarse, él podía rápidamente decir "entonces, a lo que te refieres es..." y resumía su argumentación. Podía ver el corazón de la gente; era un maestro a la hora de simplificar las cosas para que todo el mundo pudiera comprenderlas. Podía ver en el momento qué había que cambiar para mejorar. No tengo ninguna duda de que mucha gente fue salvada por su calidad.

Era una persona que siempre se esforzaba. Incluso cuando no había comenzado aún su carrera como directivo, leyó muchos libros sobre dirección y pedía consejo a quien fuera necesario; les hacía siempre caso, y es así como llegó a ser el presidente de Nintendo. Lo que aprendió durante todos sus años como programador le permitió llevar tantos largos proyectos hasta el éxito.

Era también abierto y generoso. Cosas como los 'Iwata Asks' y los 'Nintendo Direct' no eran cosas que necesitasen que el presidente de Nintendo estuviera siempre dando la cara o que las hiciera. Siempre hubo cierto riesgo de la crítica frívola y, sin embargo, al ser representante de la compañía, mostraba la importancia de llevar el mensaje correctamente hasta la audiencia.

Era empático. Después de convertirse en el presidente de Nintendo escribía correos electrónicos a los trabajadores para comunicarse con ellos y, por muy difícil que fuera la situación, siempre trataba a todo el mundo como un igual. A menudo pedía a los estudios externos ver cómo le iba a la gente. Como persona, no tenía aires egoístas".

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