Con la generación de Xbox 360 y PlayStation 3 se empezó a vislumbrar algún que otro cambio realmente importante dentro de la industria, tanto por parte de las compañías como también, obviamente, por parte de la inmensa mayoría de jugadores.
Así pues, nos encontramos con grandes novedades de aquel entonces que hicieron cambiar el chip a mucha gente, consiguiendo de esta forma disfrutar más que nunca de multitud de modos multijugador online (que en consola eran algo escasos). Además, fue también una magnífica forma de tener acceso a un catálogo muchísimo más grande de títulos gracias a los juegos indies.
Obviamente, todo esto era positivo y bueno para el sector, aunque por desgracia todo lo que sube, baja, y podríamos decir que todo lo bueno generado por estos cambios en esta nueva generación ha empezado a difuminarse, cuando debería haberse visto claramente reforzado.
La llegada de Xbox One y PlayStation 4 venía a confirmar la relevancia y la importancia del "factor online" de las consolas, dicho en otras palabras, las máquinas te invitaban a "vivir conectado" para sacar el máximo partido de todas las posibilidades que ofrecían. Algo que ha acabado transformándose en un "vivir conectado" para poder hacer lo que se ha hecho, jugar a un juego en condiciones.
Problemas a solventar
A lo largo de los meses se suceden los constantes títulos que no llegan en condiciones a las tiendas y de los cuales acabamos pagando el pato todos los usuarios que pasamos por caja. Títulos que llegan escasos de contenidos, modos multijugador que no funcionan, multitud de bugs que frustran la experiencia, etcétera. Lo peor de todo esto es que ya da igual la franquicia que sea, ya que ni nombres icónicos dentro de los videojuegos como 'Halo', 'Assassin's Creed' o 'Street Fighter' están a salvo de estos problemas.
Estos errores de los juegos base nos llevan al otro problema de la generación, la cantidad de memoria que necesitamos para un juego. Da igual que sea físico o digital, que debemos instalarlo, y después aparte de eso tenemos que descargar tropecientas actualizaciones prácticamente a diario, que cuando no es de un juego, es de la consola. Todavía recuerdo cuando a principios de generación nos vendían que con 500 GB de disco duro iba a ser suficiente... Ya ni recuerdo el tiempo que hace que voy con mi HDD externo de 3 TB...
Y por último, el tercer punto que pienso necesita seriamente una modificación en su planteamiento, es el precio de los juegos digitales. En este pack podríamos hacer la distinción entre los títulos triple A y los videojuegos indies, aunque todos ellos tienen un denominador común: su excesivo precio.
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Con los títulos indies ha pasado una cosa muy curiosa, y es que han acabado convirtiéndose en la gama media de los videojuegos (aunque en muchas ocasiones no tengan la calidad suficiente), ocupando una franja de precio hasta ahora "vacía". Y esto ha disparado en muchas ocasiones su precio a unos niveles que no tiene el más mínimo sentido. Mientras que, por su parte, los juegos triple A tienen un precio más elevado incluso que en las tiendas...
Eso sí, este último apartado es el que las compañías parecen tener más solventados, ya que hacen multitud de ofertas y promociones que acaban ofreciéndonos precios realmente jugosos para acabar cayendo en sus redes. Todo ello sin contar las mil y una triquiñuelas que hay en PC, Xbox One o PlayStaion 4 para conseguir comprar todavía a un precio mejor.
Todo esto no hace más que exponer una serie de problemas que, bajo mi punto de vista, necesitan una mejora rápida y efectiva por parte de las compañías, porque únicamente genera frustración y malestar entre los jugadores.
Y a vosotros, ¿qué os parece, estáis de acuerdo con la situación actual que viven las consolas?