Esta misma tarde, la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento, más conocida como DEV, ha anunciado que su presidente Luis Quintans ha dimitido de su cargo.
Así lo han confirmado a través de un breve comunicado en su cuenta de Twitter. Además de abandonar la presidencia, Quintans también queda fuera de la junta directiva de la Asociación. De manera provisional, el vicepresidente tomará los mandos de DEV hasta que se elija a un nuevo presidente. DEV cuenta con dos vicepresidentes, Xavier Carrillo de Digital Legends y Curro Rueda de Genera Games, aunque en el comunicado no se específica cuál de los dos se encargará de la presidencia, o de si lo harán ambos. Para finalizar, la asociación agradece a Quintans su trabajo durante los dos años en el cargo.
Deudas y promesas rotas
Esta noticia es el resultado de los recientes acontecimientos que involucran a Badland Publishing, empresa de videojuegos española de la que Luis Quintans es CEO, el videojuego indie 'Axiom Verge' desarrollado por Thomas Happ y producido por Dan Adelman, y la empresa de distribución Limited Run Games. La compañía de Quintans se ofreció a producir las versiones físicas del título y a donar el 75% de los beneficios al tratamiento de Alastair Happ, el hijo pequeño del desarrollador, que sufre un grave trastorno conocido como encefalopatía neonatal bilirrubínica o kernícterus. Happ y Adelman aceptaron porque era la única editora que les ofrecía semejante oferta, pero Badland nunca llegó a pagar ese dinero.
Desarrollador y productor de 'Axiom Verge' acabaron pagando de su propio bolsillo la producción de las ediciones físicas del juego en Estados Unidos, a sugerencia de Badland, que se ofreció también a reembolsarles ese dinero más adelante, algo que tampoco ocurrió. Mientras tanto, la empresa de Quintans también debe dinero a la distribuidora Limited Run Games, con quien tenía un acuerdo para producir la versión física de la consola Wii U, que finalmente llega al mercado el día 29 de marzo. Sin embargo, esta versión que ahora ve la luz no tiene nada que ver con Badland; en vista de que la empresa española se quedó con los 78.000 dólares abonados por adelantado y no produjo esas copias, Limited Run Games ha tenido que producirlas por otras vías, y perdiendo mucho dinero en el proceso.
Badland mantiene así un impago con ambas partes que aún no se ha resuelto. En octubre de 2018, Limited Run Games demandó a Badland, y al mes siguiente, los responsables de 'Axiom Verge' también hicieron lo propio por una cantidad de 200.000 dólares. Aunque el proceso judicial de esta última todavía sigue en pie, la demanda de Limited Run se resolvió el 4 de diciembre a favor de la editora norteamericana por incomparecencia de Badland, como se explica en el reportaje publicado por Eurogamer España.
A la luz de estos acontecimientos, que se revelaron el pasado 15 de marzo, Luis Quintans emitió un comunicado en el que expresaba su versión de los hechos. Aseguraba que Badland estaba pasando por una etapa de crisis (cuando se produjo este acuerdo, en 2017, era Badland Games, la cual cerró en 2018 y derivó sus funciones a la ramificación Badland Publishing), y que por eso decidió priorizar el sacar a flote la compañía antes que pagar el dinero que debía a los responsables de 'Axiom Verge' y a Alastair Happ. Admite que su error fue la falta de comunicación por su parte, lo que produjo una desconfianza aún mayor para los otros implicados. No obstante, afirma que nunca se negó a pagar esas cantidades y que sigue comprometido a ello, pero tanto Limited Run como Adelman y Happ hacen ya caso omiso de esas promesas, y prefieren optar por la vía judicial.
Volviendo a DEV, la asociación decidió posicionarse a favor de Luis Quintans en un comunicado emitido el 22 de marzo, donde expresaban "de forma unánime" su "apoyo, confianza y agradecimiento" al ahora ex-presidente. Por el momento, Quintans no se ha pronunciando para hablar sobre su dimisión.
Luis Quintans llegó al cargo de presidente de DEV hace dos años, y lo hizo después de un escándalo de corrupción que involucraba a la anterior cúpula de la asociación, formada en aquel entonces por Ignacio Pérez Dolset y su hermano Javier, los cuales fueron detenidos como parte de la operación Hanta. Ignacio Pérez Dolset dimitió cuando se dieron a conocer estos hechos.