Ludonomicón es, ya de entrada, un libro extraño: una colección de juegos que no son ni muy buenos, ni pertenecen a un mismo género ni parece que los una nada en común. Criar a un pez con rostro humano (y muy borde), animar a la gente a hacer sus sueños realidad mediante absurdas coreografías o repartir pizzas en un edificio infestado de trasgos morados parecen cosas sacadas de las más absurdas coñas de dos adolescentes con mucho tiempo libre, pero por algún motivo son argumentos que pasaron la criba y en los cuales trabajaron grandes empresas, lo creas o no.
Entre otras cosas aprenderéis que existe un Bullet Hell en el que, en vez de naves, controlas a dos musculosos hombres semidesnudos
Los 150 videojuegos que nos presenta Ludonomicón son, directamente, cosas idas de cabeza serias. Algunos son más divertidos, otros no, pero en general todos comparten ese punto surrealista, incluso Dadá, que no parece casar para nada con una industria seria y que mueve millones como es la del videojuegos. Ricardo Martínez, Daniel Matas Caballero y Carlos Ramírez Moreno nos deleitan con una colección de cosas que nunca debieron ver la luz del día pero que, por algún motivo, alguien con dinero y poder decidió que era buena idea sacar al mercado. La historia del videojuego es extraña y da un poco de miedo.
Pero espera un segundo ¿150 juegos? en la portada ponen 151 ¿No? esto es porque el libro viene con juego incorporado: uno de los 151 títulos que aparecen en sus páginas es falso, aunque no lo creáis, y no hay nada en su interior que nos haga saber cual. Desde luego la controversia está servida y algunos de sus títulos dan para un artículo aparte, por lo que localizar al invasor será una tarea digna de los más audaces. ¿Qué decís? ¿Os unís a la búsqueda del juego más extraño? el trailer, desde luego, no decepciona.