La venta de videojuegos casi dobló lo recaudado en las taquillas de cine en nuestro país en 2014. ¿Cómo os quedáis? Considerando el año pasado como un año flojo en cuanto a lanzamientos, los españoles nos gastamos en videojuegos aproximadamente unos 996 millones de euros, una cifra que hace palidecer lo que nos dejamos en ir al cine: 522 millones. Esos casi mil millones de euros se distribuyen en 391 para la venta de consolas y periféricos y 605 en videojuegos como tales.
Una industria al alza
El año pasado se vendieron casi 10 millones de videojuegos, lo que da como resultado, si hacemos las cuentas de la lechera, que casi uno de cada dos españoles compró alguno a lo largo de 2014. Además, se trata de uno de los pocos sectores que no solo no se vio afectado por la crisis, sino que además creció respecto al año pasado, un 6'9% concretamente, aumentando la venta digital de una manera desmesurada, con un crecimiento de un 41%. Viendo estos números, hay alguien, y no miro a nadie, que se está perdiendo algo...
Es de suponer que si una industria mueve cerca de mil millones de euros anuales, supone también un nicho de crecimiento económico y de empleo, ¿verdad? Algunos creen que no, ya que las subvenciones al desarrollo de videojuegos en España se cifraron exactamente en 2'1 millones de euros, a repartir entre 33 proyectos de los 90 presentados (que no compañías, ojo). Esto llama la atención sobre todo cuando una de esas desarrolladoras, Mercury Steam, se lleva prácticamente el 40% de ese presupuesto (800.000 euros), y que además dispondrá de créditos por valor de 7'4 millones de euros para crear los dos proyectos en que están trabajando actualmente. Esto nos deja poco más de un millón de euros a repartir entre otros 31 títulos, con lo cual... ¿a qué pueden aspirar el resto de equipos de desarrollo? Los juegos para móviles son el mejor recurso para los desarrolladores patrios y esto demuestra que no es cuestión de talento: simplemente, la cosa no da para más.
No comparemos estas cifras con los presupuestos de juegos como 'Destiny' o 'GTA V', sería absurdo. Comparémoslas con, por ejemplo, el apoyo que presta Canadá al desarrollo de videojuegos. Sin ir más lejos, el gobierno canadiense aplica una desgravación fiscal del 37'5% para apoyar al fomento del empleo en el sector. ¿Qué significa esto? Tan sencillo como que por cada 100 dólares que Electronic Arts o Ubisoft Montreal, por ejemplo, pagan a alguno de sus empleados, la Hacienda canadiense les devuelve 37'5 dólares. O lo que es lo mismo, el coste real para la empresa por empleado no llega al 64% de su salario bruto. Esto solo es un detalle si comparamos los presupuestos destinados para la creación de videojuegos: Canadá destina más de 100 millones de dólares al sector, casi 50 veces más que España, si tenemos en cuenta la diferencia entre dólares y euros. Casi nada.
¿Y esto cómo repercute al consumidor? De ninguna manera, seguimos teniendo unos precios desmesurados. Que levante la mano quien no haya tirado de importación alguna vez en su vida. ¿Nadie? Lo imaginaba. Y con razón, ya que los españoles compramos sobre todo en tiendas online del Reino Unido, y es que podemos encontrar nuevos lanzamientos aproximadamente por unos 15 euros menos. Si nos vamos a paises como Francia o Alemania, la cosa se iguala bastante, pero claro, no comparemos sus salarios mínimos de más de 1.400 euros mensuales por nuestros 756.
De esto se suele culpar al IVA. Craso error. El impuesto que grava el consumo en el Reino Unido es el 20% para los artículos de lujo, muy similar al 21% que tenemos en España. La diferencia se encuentra en el margen para las distribuidoras, mucho mayor en el caso de las sucursales españolas. Y hablando de IVA, el gobierno del Partido Popular ha prometido bajar el IVA cultural en este 2015 del 21% al 10% (tal como estaba en 2011, cuando comenzó la legislatura actual), con lo que podemos esperar juegos más baratos, ¿verdad? Evidentemente, no. ¿O esperábais que los videojuegos fueran considerados cultura o arte?
¿Cómo va a considerar nuestra clase política el videojuego como una forma de arte si ni siquiera nosotros nos ponemos de acuerdo al respecto? Personalmente, esto me parece un tema muy subjetivo de cada uno. En algo en que está de acuerdo todo el mundo es que el cine o la música sí son arte, pero... ¿es arte Sharknado? No, pero sí lo es La Lista de Schindler. ¿Es arte el último disco de David Guetta? No, pero sí lo es el de Foo Fighters, en mi opinión. Y exactamente lo mismo pasa con los videojuegos, amigos, y cada uno de vosotros tendrá una opinión, así que no esperemos que unos señores que cobran por jugar al 'Candy Crush' mientras se debate el futuro de nuestro país debatan por un tema en el que ni nosotros llegamos a un consenso.