El 1 de Agosto 2018 | 09:28
Todas las personas que se dedican al mundo del dibujo, de la animación, o del arte en general, saben que no hay nada como el trabajo duro y continuado para mejorar y depurar la técnica. Sucede en todos los trabajos, a decir verdad, pero es en estos que hemos mencionado en los que se nota más. Si comparamos la calidad del diseño de un artista hace diez años y la calidad actual, podremos comprobar de primera mano hasta qué punto hay mejoría.
Esto sucede incluso con las grandes empresas de animación, y es algo que con 'Los Increíbles 2' hemos podido comprobar. Disney-Pixar lleva décadas haciendo trabajos de una gran calidad, pero es cuando comparamos sus trabajos anteriores con los actuales cuando realmente podemos comprender hasta qué punto la práctica hace al maestro.
Brad Bird, el director de 'Los Increíbles' y su secuela, decidió que la mejor manera de comenzar la segunda película era retomar directamente el final de la primera. Es decir, que la familia Parr tiene la misma edad, se encuentran en el mismo punto geográfico y en el mismo momento exacto... ¡Pero son totalmente diferentes! Como podréis comprobar en la fotografía anterior, todos ellos han mejorado notablemente. Tienen unos rasgos mucho más marcados, parecen más humanos que dibujos, y el cambio con respecto al fondo es increíble. Porque ahora los edificios han ganado claridad, no se pierden detrás, sino que aportan una mayor profundidad a la escena.
Si nos fijamos, por ejemplo, en el pelo de Violet y Elastigirl (por ser las melenas más largas, sobre todo), podremos ver el cambio en el brillo y el movimiento. Sobre todo cambia el de Elastigirl, puesto que la forma de las puntas le aporta mucho más realismo, el color está más conseguido y parece que realmente se fuera a mover en cualquier momento.
Una mejoría que debe alabarse
Hay más imágenes donde es palpable la mejoría; en la que os vamos a mostrar a continuación (proporcionada por el medio Sensacine), por ejemplo, aparece Dash en la primera película y en la segunda. Además de un aspecto bastante desmejorado (debemos suponer que por tener que cuidar de sus hijos, algo que le resulta más duro que trabajar), vemos cómo ha cambiado su vestuario, su pelo y sus gestos en general.
Disney-Pixar siempre ha hecho películas de buena calidad, pero el estudio está demostrando que el paso de los años no hace más que beneficiarle. Su técnica está mucho más depurada, sus trabajadores demuestran la calidad de sus obras, y las películas van ganando en realismo y en profundidad. Ver esta evolución hace que nos planteemos hasta dónde podrán ser capaces de llegar, y si en algún punto alcanzarán su cúspide, o continuarán mejorando siempre.