No es un buen día para leer noticias de Level-5 ya que la compañía japonesa apunta a maneras de dejar de intentar llegar a todo el mundo y centrarse, por contra, en el mercado propio y japonés.
Al menos así lo afirma el medio gamesindustry, que ha expuesto algunos datos bastante tristes acerca de la situación de la compañía en su filial norteamericana.
Según el portal inglés, las oficinas de Level-5 en América están ahora mismo ocupadas por un par de empleados (como mucho) que se encargan de realizar las últimas tareas que quedan sueltas. El resto de empleados fueron despedidos a mediados del año pasado (antes de la pandemia) sin dar un motivo "exacto", aunque dejando caer el cierre de las filiales.
No hay datos oficiales acerca de cuántos empleados quedan o qué tareas están realizando, y parece ser que la compañía no responde a las llamadas de los medios. Por lo tanto, es difícil decir qué ocurre con exactitud dentro de las entrañas de Level-5.
Un mercado occidental en peligro
Level-5 es una compañía muy querida en Occidente por los títulos que nos han traído. Y no solo al mundo del videojuego, ya que normalemnte nos encontramos con proyectos "transmedia" con anime, películas o mucho más.
Entre sus sagas más carismáticas estan la del 'Profesor Layton', con la que se dieron a conocer por aquí. Pero sin duda alguna no es la única que nos suena. 'Ni no Kuni', el juego de rol que enamoró a todos con su colaboración con el Estudio Ghibli, o las locuras futbolísticas de 'Inazuma Eleven' han hecho las delicias de muchos aficionados.
En Japón le han hecho frente a 'Pokémon' con 'Yokai-Watch', un juego que consiguió superar a la franquicia de GameFreak. Sin embargo, su desembarco en Occidente, además de tardío, no vino acompañado de la campaña de marketin que tuvieron allí y, quizás por eso, no terminó de cuajar.
Sea como sea, el futuro de estas sagas en nuestro territorio es incierto ya que aunque el hecho de que cierren sucursales internacionales no implica que dejen de salir aquí, síq ue es cierto que lo pone todo mucho más cuesta arriba. Y no es que ahora mismo sea un camino de rosas...