Este pasado 21 de abril se celebró un aniversario de lo más particular y, sobre todo, portátil. Tal día como ese, pero de hace 30 años, llegaba al mercado japonés la segunda generación de consolas portátiles de Nintendo tras las exitosas 'Game & Watch', que con la llegada de este nuevo dispositivo de nombre 'Game Boy' dejaron de comercializarse progresivamente hasta 1991, momento en el que llegaba al mercado la última versión, y es que la, por entonces, nueva plataforma portátil de la compañía había conseguido colarse en los bolsillos de toda una generación de jugadores hasta convertirse en la actualidad en la tercera plataforma más vendida del mundo, un mérito a destacar si tenemos en cuenta que el último modelo nos remonta al ya lejano año 2001.
Una consola para todos
El modelo original de la plataforma, el que podemos ver en las imágenes que acompañan a la noticia, llegaba al mercado japonés el 21 de abril, pero como era habitual por aquellos años, los usuarios occidentales aún tenían que esperar unos meses para su desembarco en las tiendas de Estados Unidos y Europa. En julio de 1989 llegaba la consola a Estados Unidos y un año después, en septiembre de 1990, haría lo mismo en el mercado europeo.
Las características técnicas de la plataforma, para la época supusieron todo un avance en el mercado de las consolas portátiles al incluir de serie la posibilidad de cambiar de juegos a través de los ya conocidos cartuchos. Hasta el momento las consolas de la compañía, las ya mencionadas 'Game & Watch', tan solo incluían un título por plataforma. A ello también se sumaba una pantalla monocromática y la posibilidad de regular tanto el brillo como el sonido de la misma.
A pesar de estos datos, en su primer año la plataforma no se posicionó como una de las más vendidas, la competencia con Sega por aquél entonces era bastante dura y el haber desarrollado la plataforma como un producto experimental no había definido muy bien su entrada en el mercado, pero todo ello cambió cuando las principales editoras que apoyaban a Nintendo en el mercado de las consolas de sobremesa decidieron apoyar también esta incursión portátil.
A partir de entonces pudimos empezar a ver proyectos firmados, no solo por la propia Nintendo , sino también por Capcom, Konami, Squaresoft, etc. Este éxito hizo que la plataforma contase con nuevas generaciones, como Game Boy Pocket o Game Boy Color, que incluía como principal novedad una pantalla a color siendo compatible con todos los títulos lanzados hasta el momento para sus predecesoras.
Tras ella llegó la última integrante de la familia, Game Boy Advance, que ha contado con varios rediseños, en 2001. La unión de todas estas generaciones de consolas nos dejan unas cifras que superan los 200 millones de unidades vendidas aunque, al igual que ocurrió con sus orígenes, una nueva plataforma experimental como era Nintendo DS, terminó por imponerse en su territorio.