El 22 de Febrero 2015 | 09:31
Si hay algo que me enamoró y cautivó del título indie 'Bastion' fue su ambientación, sobre todo y en concreto la conseguida gracias a la figura del narrador que acompañaba al jugador en todos y cada uno de sus movimientos en el juego. El título, de por sí, no es ninguna maravilla y a mí incluso me costó llegar hasta el final porque no conseguían convencerme completamente sus mecánicas ni sus fases. Sin embargo esa voz hizo que quisiera saber más. 'Bastion' no es ningún mal juego ni mucho menos, pero al menos para mí, si no hubiese sido por el espectacular trabajo de doblaje realizado por Logan Cunningham, el juego de Supergiant Games hubiese pasado con más pena que gloria por mis manos.
Pero vislumbraba algo totalmente distinto en 'Transistor', título también desarrollado por el mismo estudio. Lo primero que me llamó la atención fue la facilidad con la que se merienda a 'Bastion' en el terreno artístico, con un saber hacer y una elegancia pasmosa. Derrochaba personalidad y carácter por los cuatro costados y me convencía sin tan siquiera haberlo podido probar todavía. Pero no las tenía todas conmigo, pensaba que iba a volver a ocurrir lo mismo que con el anterior título: estaría bien, tendría sus cosillas buenas, pero una vez acabado podría pasar a otra cosa y punto.
Pero no. Hay algo distinto. Una madurez difícil de ver dentro del mundo de los videojuegos se dibujaba ante mí en los primeros minutos de juego de 'Transistor', hecho que iba a continuar su proceso hasta su finalización. Logan Cunningham también está presente en el juego, pero esta vez su papel es muy distinto al que tuvo que ejercer en 'Bastion'. Esta vez no trata de abordar la figura del narrador como tal, sino que interpreta a Transistor. Él es la persona que está dentro de la espada. Él tiene sentimientos hacia Red, nuestra protagonista. Y Red también los tiene hacia él.
Transmitir sin palabras
La protagonista de la historia ha perdido la voz. No puede expresarse mediante palabras y, además, ha perdido la capacidad de seguir realizando su trabajo: cantar. Un trabajo que sabemos que llenaba su alma y hacía que se sintiera feliz. Puede tararear algunas melodías, pero nada comparable a las maravillas que era capaz de hacer con su voz antes de perderla. Transistor lo sabe, y trata de calmar su más que evidente dolor.
¿Cómo es capaz el juego de transmitirnos todas estas emociones y sentimientos de un personaje que está atrapado dentro de un objeto inerte y de otro que no tiene voz con la que expresarse? Ahí, amigos, precisamente es donde ocurre la magia. Ahí es donde 'Transistor' abandona la mediocridad y se transforma en una maravillosa realidad que traspasa algunas fronteras que ya quisieran para sí otros títulos con unos cuantos millones más de presupuesto. Ahí es donde Transistor y Red consiguen enamorar.
Todos los sentimientos que he descrito anteriormente que pertenecen únicamente a Red, los descubrimos nosotros como jugadores porque así lo deseamos. No es tan simple como : vale, es una muy buena historia y está muy bien contada. ¿tiene cinemáticas? ¿De nuevo el narrador va contando la historia? No, en absoluto. Tú, como jugador, tienes la posibilidad de interactuar con los distintos elementos del entorno y tú, como parte de la interacción, recibes toda esa información de manera indirecta porque así lo deseas. Por supuesto, puedes no interactuar con nada y continuar con tu camino sin profundizar lo más mínimo en la relación y sentimientos de Red.
Observa un poster colocado en la pared con Red como protagonista de la imagen y descubre que en realidad es un cartel publicitario que anuncia una de sus actuaciones. Siente cómo Red, sin hablar, te transmite su pesar. Ha perdido la voz. Esa imagen que ve en el cartel, esa mujer que ve reflejada, ya no es ella. Transistor lo sabe, y trata de consolarla a su manera. El juego no te proporciona la información de manera directa, sino que la esparce por los escenarios en pequeñas porciones y detalles para que tú puedas saborearlos.
Comprueba cómo Red se comunica con la persona atrapada dentro de su espada a través de la escritura de mensajes por los distintos terminales que hay en los escenarios. De nuevo, acceder a esos terminales es un proceso totalmente opcional y, de nuevo, el juego sólo te transmite lo que Red quiere transmitir a Transistor. Tú sacas las conclusiones, tú sabes lo que ocurre. Tú sabes cómo se sienten los dos. Sabes qué sienten, poco a poco, vas adquiriendo toda esa información.
Supergiant Games supera de una manera impresionante en el terreno narrativo a lo visto en 'Bastion', que si bien también sabía aprovechar de manera excepcional a la figura del narrador, no era capaz de ofrecernos estas pinceladas de magia que a mí, personalmente, se me han quedado grabadas. 'Transistor' es excepcional, y da una clase de narrativa y de cómo ésta puede implementarse en el entorno que debería estudiarse por todo el que quiera adentrarse en el mundo de los guiones de videojuegos. Qué sería capaz de hacer Supergiant Games con un presupuesto mayor... eso de momento no lo sabemos, pero al igual que Red, os transmito mis sentimientos a través de las palabras escritas para que vosotros saquéis vuestras propias conclusiones. ¿Es tan necesaria una voz para lograr transmitir emociones? Red no lo cree.