El 1 de Marzo 2015 | 09:50
Por supuesto que iba a terminar hablando de 'The Order: 1886' en La Columna. Lo que pasa es que, generalmente, no me gusta hablar del todo bien o del todo mal de un título sin haber jugado antes (cosa que otros muchos no hacen). En plena vorágine y guerra absoluta entre los que defendían por internet al título y los que lo machacaban sin reparos (ambas partes, de nuevo, sin haber jugado ya que todavía no había salido al mercado) se sumaron las críticas y análisis de diferentes medios internacionales, y de nuevo volvía a estallar la guerra.
Algunos medios puntuaban al juego con muy buena nota, y otros tantos con una muy mala, o al menos alejada de la que en un principio se podría esperar de una producción de estas características. De nuevo se volvía a producir una guerra similar a la anterior a través de las redes sociales, y mientras yo, simplemente, me estaba haciendo con una copia de 'The Order: 1886', porque a pesar de todo lo leído y comentado, el título me interesaba desde hacía tiempo.
Una vez terminado, puedo ofreceros mi opinión al respecto. Y mi opinión, antes de entrar en lo que es el juego en sí, es que en algunos medios se deberían replantear algunos aspectos en lo referente a los análisis, o al menos lo deberían hacer algunos de sus redactores. Y me explico, ya que no pretendo en ningún momento faltar a ningún medio o entrar a debatir sobre este tema.
Está bien que en un análisis o en una crítica totalmente subjetiva muestres tu punto de vista personal y valores al juego según tu propio criterio, pero tampoco se debería confundir a la gran masa de público. Y me vuelvo a explicar. Evidentemente si a un redactor al que no le gustan los juegos con cinemáticas y que odia los Quick Time Events, le das una copia de 'The Order: 1886' para que escriba un análisis, va a ofrecer una mala crítica porque muy seguramente no le guste. Partimos de la base de que ya desde el primer instante ese tipo de juegos no le agradan. Es como si a mí me dais a probar el último simulador de Petanca, probablemente mi opinión subjetiva no vaya a ser buena y seguramente no sea el más indicado para escribir un análisis sobre un juego de Petanca. No sé si pilláis por dónde van los tiros.
Y es que de tiros va la cosa, porque creo que el principal problema, y que ha producido precisamente este tipo de análisis, es que se había dado por hecho desde hacía tiempo que 'The Order' iba a ser el 'Gears of War' de PlayStation, y no tiene absolutamente nada que ver. Desde su concepción principal, el juego de Ready at Dawn no pretende en ningún momento convertirse en ningún referente dentro de los shooters en tercera persona. Utiliza sus mecánicas, por supuesto, pero no engloban en realidad todo lo que el título quiere ofrecer.
Qué nos quiere ofrecer 'The Order: 1886'
Ahí está la cosa, entender qué es lo que una obra nos quiere contar o nos quiere transmitir. 'The Order: 1886', desde el primer momento (de hecho, desde el primer capítulo) deja clara una cosa que para mí es bastante fácil de entender: se trata de un juego con un gran componente narrativo que basa toda su importancia en el guión, su transcurso, y en la espectacularidad gráfica. Obviamente, si valoramos a 'The Order: 1886' bajo el mismo criterio con el que lo haríamos con 'Gears of War' o cualquier otro título de características similares, resultaría ser una obra bastante mediocre, y a los análisis de los medios que así lo han valorado me remito. Pero vuelvo a repetir, Ready at Dawn en ningún momento pretendía ofrecer eso.
Me di cuenta viendo el gameplay que grabé a principios de esta semana con el juego de que la palabra que más repetía era "espectacular". Y me salía de forma natural, no era un hecho provocado a propósito. Y es la verdad, desde el primer momento en que enciendes tu PlayStation 4 y te pones a los mandos del juego, 'The Order' es posiblemente el mejor juego gráficamente hablando que ha pasado jamás por una consola. Y en ello basan casi todo el peso de la obra desde Ready at Dawn.
Las cinemáticas se suceden, porque evidentemente es un título donde el guión tiene un protagonismo principal, al igual que lo hacen los derroches gráficos tanto en escenarios, como en las secuencias, o en las fases de acción. 'The Order: 1886' no pretende más que contarte una historia mientras lo flipas con los gráficos. Nada más. Te puede gustar esa premisa, o no te puede gustar. Lo cierto es que si valoramos al juego en ese terreno, no puede ser menos que un ejercicio notable.
Entiendo todas las críticas malas, porque el juego podía haber dado bastante más de sí. Incluso el argumento no resulta más que la creación de las bases de una historia mayor que veremos en las más que seguras secuelas del juego, en un universo que resulta muy atractivo, con unos personajes que funcionan bastante bien y otros, como por ejemplo Isobel, que a mí me han encantado. Pero tampoco es el mejor guión escrito nunca en un videojuego, ni mucho menos.
Me gustaría saber si os ha pasado alguna vez algo cuando habéis ido al cine o habéis visto una película en vuestra casa. Esto es que la película en cuestión os gusta, os ha entretenido y os ha proporcionado justamente lo que esperabais de ella. De hecho, os metéis en internet y no comprendéis esas malas críticas a la película, y menos aún que estén fundamentadas en hechos como "tiene demasiada acción", "no hay profundidad en su guión" y etcétera. Precisamente lo más seguro es que penséis: ¿y qué más da? Precisamente he visto esa película por eso mismo, para ver unos cuantos tiros sin tener que comerme demasiado la cabeza. Pues eso, amigos, es justamente lo que me ha pasado a mí con 'The Order: 1886', porque quizás yo sí sabía a qué tipo de juego me enfrentaba, y ya desde un primer momento sabía que ese tipo de propuestas me suelen gustar.
Simplemente aplicad el mismo método con todos los juegos, y no os quedéis simplemente con un mal o buen análisis de otra persona que probablemente tenga gustos muy diferentes a los vuestros. Sois jugadores y tenéis personalidad, sabéis de sobra qué os va a gustar y qué no.