El grupo encargado de investigación sobre enfermedades infantiles de la Universidad de Minnesota en Estados Unidos está utilizando Kinect para sus pruebas. Gracias al sensor de movimientos, el periférico de Xbox 360 es capaz de detectar gracias a su cámara movimientos anómalos en los niños para así predecir futuras patologías.
Según los investigadores que cuentan con un kit de sensores de Kinect, éstos son mucho más ventajosos a la hora de la investigación puesto que permite prescindir de tecnología con cables aplicada directamente sobre el paciente, además de resultar mucho más barata, unos 150 euros que cuesta el periférico.
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Entre algunas de las enfermedades que se pueden detectar con este tipo de investigaciones destacan el autismo, el déficit de atención o el desorden obsesivo-compulsivo. No obstante además de la tecnologíak las entrevistas con los padres son esenciales para determinar las enfermedades.
Más allá de Xbox 360
Tras vender más de 10 millones de unidades, Microsoft pretende expandir Kinect al mundo de los ordenadores gracias al kit de desarrollo ofrecido por la compañía para la próxima primavera. Ahora es el mundo de la salud quien hace uso de un instrumento relacionado con los videojuegos en un principio pero cuyas capacidades van mucho más allá.