El 8 de September 2018 | 12:14
Los videojuegos vuelven a ser la cabeza de turco perfecta en otro caso de suicidio de menores en Rusia. Un joven de 15 años se ha quitado la vida en la localidad de Tomsk decapitándose a sí mismo con una motosierra tras, supuestamente, perder en un juego online. El medio británico The Sun ha vuelto a hacer uso de su particular modo de titular para describir al menor como un "obseso de los videojuegos".
Aún se investiga
Tras el horror vivido en Madden hace unas semanas, la industria vuelve a salpicar con sangre la actualidad con el reciente suicidio de un joven jugador en Tomsk, una región de Rusia. Pavel Mateev, de 15 años de edad, se cortó a sí mismo la cabeza con una motosierra que tenía en casa y los medios de comunicación ya han achacado su acción a una aparente adicción a los videojuegos que sufría el menor. Diarios como The Sun, han aprovechado para arremeter directamente contra el sector del videojuego cuando todavía hay una investigación abierta para determinar los motivos por los que el joven decidió quitarse la vida.
El tabloide inglés se ha hecho eco de las informaciones publicadas por los medios locales, los cuales informan que Pavel habría decidido actuar así tras perder una partida en un juego online. Los párrafos de los diferentes medios le describen como un "adicto a un juego de ordenador que le compró su madre soltera" y también que "pasa muchísimas horas frente al ordenador y sus nervios se descontrolan después de una partida". Datos que todavía no se han determinado por los encargados de la policía.
Las autoridades rusas están investigando el caso de Pavel Mateev, ya que no descartan que su decisión de quitarse la vida forme parte de una cadena de juegos como La Ballena Azul o Momo, que tan populares se han hecho en Internet durante los últimos meses y que ya cuentan con numerosas víctimas.