Activision Blizzard se encontraba en una posición delicada hasta hace unas horas. La información en exclusiva de Wall Street Journal ha puesto a la compañía de Bobby Kotick en una situación aun peor. En agosto decidieron fichar a Jennifer Oneal para codirigir la empresa junto a Mike Ybarra, después de la salida de J. Allen Brack. Apenas tres meses después, Oneal dimitió. Aunque públicamente no dijo nada fuera de lo normal, su cortísima estancia indicaba que algo no iba bien allí dentro.
Según cuenta el WSJ, en los emails a los que han tenido acceso Oneal "profesaba una falta de fe por que el liderazgo de Activision fuera capaz de cambiar la cultura". Además, ella también revela que fue acosada sexualmente dentro de la compañía. Por si no fuera poco, la compañía había ascendido hasta lo más alto a Oneal para corregir la grave desigualdad que sufrían las mujeres en esa cultura empresarial; paradójicamente, cobraba menos que su compañero Mike Ybarra. "Me han utilizado, marginado y discriminado", sentenciaba Oneal en uno de esos correos.
Bobby Kotick lo sabía
El CEO de Activision Blizzard había declarado que él no conocía lo que estaba ocurriendo dentro de su propia empresa después de conocerse el acoso y los comportamientos inapropiados que se habían producido. Sin embargo, según informa el WSJ, Kotick sí que sabía. Oneal concluyó que "estaba claro que la compañía nunca va a priorizar a nuestra gente de la forma correcta".
Más de cien empleados de la compañía han decidido hacer huelga y en estos momentos se encuentran en el campus de Irvine de Blizzard, exigiendo la dimisión inmediata de Bobby Kotick como CEO, según cuenta el periodista Jason Schreier.