La existencia de Oculus Rift y Project Morpheus de Sony muestran que la realidad virtual es un ámbito de mucho interés para la industria en la actualidad. Aunque los planes comerciales de estas propuestas son inciertos, se han convertido en elementos muy populares. Tal es así que hace unas semanas conocíamos la compra de Oculus VR por parte de Facebook.
Ante este panorama, Microsoft tiene que tomar la decisión de mover ficha y apostar por la realidad virtual, o dejar ese tren pasar. Durante la GDC 2014, al calor del anuncio de Sony, comenzaron a sonar habladurías acerca de que Microsoft estaba también coqueteando con estos sistemas.
Indicios en Xbox
Ahora es Phil Spencer, el máximo responsable de Xbox, quien alimenta estos rumores en sus últimas declaraciones: "La realidad virtual es un área muy interesante, especialmente para los videojuegos. Aunque parece que ha estado en el horizonte en los últimos 20 años, creo que finalmente podemos comenzar a ver pronto resultados para los jugadores y desarrolladores (...) Como expliqué durante la GCD, nuestro equipo de investigación en Microsoft ha estado experimentado un poco con la realidad virtual, pero no tengo nada oficial que anunciar, aunque es claramente un área que está excitando a la gente. El potencial está definitivamente aquí".
Según podemos leer en VG 24/7, Microsoft también habría pagado 150 millones de dólares en patentes relacionadas con la tecnología de los weareables, lo que podría también ser indicio de su incursión en el campo de la realidad virtual.
El análisis de Zonared
La realidad virtual, como afirma Spencer, es algo que está levantando muchísima expectación, pero aún queda por ver cómo funcionan estos dispositivos en mercado, ya que ninguno de ellos ha llegado a los ciclos comerciales convencionales por el momento. La inversión para internarse en este negocio es muy alta, y el terreno sobre el que se mueven es pantanoso. Desde hace muchos años la industria del videojuego viene intentando avanzar sobre el camino de la realidad aumentada, los casos tridimensionales, y experiencias inmersivas similares, y esto nunca ha llegado a buen puerto. ¿Será este un caso de éxito, o la realidad virtual terminará pinchando comercialmente como ya sucedió en el pasado?.