En los últimos meses el género de los battle royale se ha convertido en el más querido y jugado por el público de todas las plataformas y edades gracias a propuestas como 'PlayerUnknown's Battlegrounds' o 'Fortnite', que estrenaba recientemente su cuarta temporada con importantes cambios en su mapa y en las posibilidades de cara a los jugadores, muchos de los cuáles son menores de edad, algo que ha disparado las alertas de varios expertos y asociaciones sobre una posible adicción de los pequeños a este tipo de productos y, concretamente, al último título de Epic Games hasta el punto de pedir que sea retirado del mercado por completo.
Varias peticiones
Las peticiones para retirar el título del mercado han comenzado a llegar desde puntos muy dispares como Estados Unidos, Australia o Reino Unido, donde los padres de jóvenes que son usuarios frecuentes del título aseguran que la obsesión por este título está empezando a afectar directamente a su rendimiento académico, así como a sus relaciones sociales y familiares, llegando a crear una petición en portales similares a Change.org en la que piden su cierre inmediato.
El psicólogo Adam Alter, autor de 'Irresistible. Quién nos ha convertido en yonquis tecnológicos' o el español Daniel Lloret Irles, especializado en conductas adictivas, han sido dos de los expertos que han levantado la voz de alarma respecto a la influencia de este título entre los más pequeños de la casa, asegurando que "aunque la obsesión por esos mundos virtuales no alcanza siempre el patrón de enfermedad, sí es un grave problema cuando roba el bienestar e invade la capacidad para trabajar y formar relaciones sociales en la vida real de los jugadores".
Por su parte, Lloret Irles asegura que con este nuevo boom de los mundos online y las posibilidades que ofrecen se está perdiendo "la variabilidad de disfrutar de otras muchas cosas. El auge exponencial del consumo de juegos online radica en que cada vez ofrecen experiencias más potentes y satisfactorias, con mayor sensación de inmersión, que refuerzan la repetición", asegurando que la industria del entretenimiento ha iniciado un ascenso hacia la supresión de cualquier tipo de interfaz que se interponga entre el jugador y el mundo virtual, algo que se refleja en la novela 'Ready Player One' que recientemente llegaba a las salas de cine dirigida por Spielberg.
"Ya estamos atendiendo a niños con problemas de comportamiento debido a la sobreexposición a los videojuegos, y en un estudio detectamos que el 1,5% de adolescentes entre 13 y 17 años padecían adicción", pero las críticas, no sólo hacia el título de Epic Games, si no hacia el sector en general, se vuelven mucho más duras en boca de Jordi Carmona, director de la escuela Garbí Pere Vergés. "No porque jueguen a estos violentos videojuegos van a ser unos psicópatas, a no ser que tengan problemas de personalidad previos, pero la cuestión es que no son edificantes. ¿Qué aportan? ¿Qué modelo de ciudadanos queremos formar? Tras el culto a la industria del videojuego hay una población aborregada y una extrema perversión del sector, que lanza contenidos sin ninguna mirada ética ni moral", asegura, aunque reconoce que la solución no es vetar este tipo de proyectos, si no educar en su uso.