El 6 de August 2019 | 10:27
Los videojuegos vuelven a estar en el punto de mira de los políticos tras los dos últimos tiroteos que han sufrido los Estados Unidos. Algunos políticos han aprovechado para volver a señalar a la industria como la principal culpable de generar a estos jóvenes pistoleros que, por motivos ajenos al propio videojuego, deciden disparar contra sus conciudadanos. Por suerte, hay otros políticos que saben reconocer dónde está el problema, como Hilary Clinton, la cual ha salido a señalar el verdadero problema en redes sociales.
El problema son las armas
Norteamérica sigue teniendo un problema que no tiene el resto del mundo y que da como resultado que personas inestables emocional y mentalmente acaben acribillando a otras personas. Cuando esto ocurre, se suele buscar al culpable que mejor encaje en la ecuación antes que reconocer dónde está el verdadero meollo del asunto. Pues Hilary Clinton, como muchos otros anteriormente, ha querido hacer incidencia en el verdadero problema que tiene su país y no son los videojuegos.
La ex-Secretaria de Estado durante el gobierno de Obama ha publicado un mensaje en su cuenta de Twitter donde señala a las culpables de que cada pocos meses ocurran masacres que todo el mundo lamenta: las armas. Clinton ha señalado que el videojuego es una forma de ocio que se extiende por todo el mundo, pero que solo en Estados Unidos se producen estos fatales incidentes. ¿Cuál es la diferencia, entonces, entre Norteamérica y el resto del mundo? Las armas. La política también ha indicado que las enfermedades mentales también son, desgraciadamente, algo extendido por todos los países y tampoco es motivo para provocar una masacre escopeta en mano.
People suffer from mental illness in every other country on earth; people play video games in virtually every other country on earth.
— Hillary Clinton (@HillaryClinton) 5 de agosto de 2019
The difference is the guns.
De esta forma, Clinton carga contra la administración de Trump y los miembros del Partido Republicano que han aparecido en las noticias para desviar la atención de lo ocurrido hacia los videojuegos.