El magistrado de la Audiencia Provincial de Cádiz acaba de estimar que la instalación o comercialización de los componentes que pueden ser empleados para piratear consolas debe ser considerado como un delito penado. El instalador o vendedor de estos productos no puede desconocer el carácter antijurídico de los mismos dispositivos aunque puedan tener otros usos legales. Es decir, los chips para piratear consolas que pueden ser utilizados como componentes electrónicos totalmente legales tienen la misma consideración al fin y al cabo que la marihuana. Varios de sus usos están permitidos, pero dadas algunas de sus características nocivas para el mercado su venta debe ilegalizarse.
Un paso más para controlar la piratería
Esta resolución surge a raíz de una denuncia interpuesta por aDeSe que condena al responsable de una tienda en Cádiz por poner en circulación diversos sistemas que pueden ser empleados para piratear videoconsolas. La nueva reforma del Ministerio de Justicia se está intentando adaptar a las directivas europeas sobre la Propiedad Intelectual, para clarificar los términos que determinan los casos en los que estas actividades deben ser consideradas como delitos.
aDeSe continúa insistiendo en que la incipiente actividad de piratería que se da en nuestro país es la principal causa de que no se creen empresas locales y mengüe al mismo tiempo la confianza de grandes compañías internacionales a la hora de invertir en nuestros estudios.