POLÉMICA EN LA SGAE

La Guardia Civil pone a disposición judicial a Teddy Bautista, presidente de la SGAE

El madrileño palacio de Longoria ha sido registrado para buscar pruebas de los supuestos delitos de desviación de fondos y apropiación indebida a los que se enfrenta.

Por Jesús Agudo 1 de Julio 2011 | 12:57

Los alrededores del palacio de Longoria, sede de la SGAE en el centro de Madrid, llevan una mañana muy agitada. A lo largo de las pasadas horas la Guardia Civil ha entrado en el edificio y no ha dejado ni entrar ni salir a nadie.

La razón es un registro que la Guardia Civil está llevando a cabo al organismo y a su presidente, "Teddy" Bautista, por los presuntos delitos de desviación de fondos y apropiación indebida. Aunque a los alumnos del máster de Gestión Cultural sí les han dejado salir del edificio, los empleados de la entidad permanecen dentro del edificio y no se les permite utilizar el teléfono móvil.

Estas investigaciones llevan abiertas desde que en 2007 la Asociación de Internautas, la Asociación de Usuarios de Internet, la Asociación Española de Pequeñas y Medianas Empresas de Informática y Nuevas Tecnologías y la Asociación Española de Hosteleros Víctimas del Canon presentaron una denuncia basada en la información dada por una serie de medios de que los directivos de la SGAE habían creado una sociedad de empresas filiales entorno a la Sociedad Digital de Autores y Editores y así lo recaudado por la gestión de los derechos terminaba en esas compañías.

Defensor del canon

Hoy precisamente Eduardo "Teddy" Bautista ha sido ratificado de nuevo como presidente de la entidad. El empresario será puesto a disposición judicial para responder por el supuesto desvío de fondos y la Guardia Civil ha comentado que podría haber más registros en otras sedes de la SGAE. De momento no se ha producido ninguna detención como tal, pero no se descarta alguna cuando termine el registro del edificio.

"Teddy" Bautista ha conseguido convertirse en una persona muy poco querida por los internautas, al ser uno de los más fervientes defensores del canon compensatorio por copia privada y por cobrar dinero en actos con fines benéficos.