El 20 de Mayo 2019 | 09:49
El pasado jueves el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, incluía en la lista negra de empresas con las que las homónimas estadounidenses no podrían llevar a cabo negocios a Huawei, una de la fabricantes tecnológicas más importantes del mercado, no solo por su división de smartphones, donde se encuentra como la tercera gran empresa, si no también por su tecnología para aplicar la ya inminente red 5G, entre la que se encontraba como principal favorita.
Apenas 72 horas después de aprobarse esta incorporación, Google, tal y como anunció Reuters durante la pasada noche, ha roto las relaciones con la compañía, lo que a efectos prácticos significa que ya no podrán emplear el sistema Android tal y como lo veníamos conociendo en sus dispositivos, pues se quedan sin el acceso a las pruebas de nuevas versiones y, por supuesto, sin el soporte técnico que ofrece el gigante.
Qualcomm e Intel se unen a Google
Los creadores del sistema operativo móvil que más implantado está en el mercado han sido los primeros en anunciar este cese, pero no los únicos. Tras ellos han llegado otras dos empresas con gran importancia en el mercado de las tablets y los smartphones como son Qualcomm e Intel, centradas principalmente en la fabricación de chipsets y procesadores, como el popular Snapdragon, tan presente en muchos dispositivos móviles.
Estas decisiones dejan una situación complicada para los usuarios de los dispositivos de la marca, que recientemente estrenaba su Huawei P30, uno de los teléfonos más potentes del mercado, que a partir de ahora dejará de contar con actualizaciones e incluso, de cara a futuro, sin acceso a servicios prestados por Google como la propia Play Store, Gmail o Google Assistant entre otros.
La situación era algo con lo que Huawei ya había contado desde, al menos, 2012, momento en el que el gobierno de Obama inició una investigación en la que ZTE y ella eran las principales entidades a indagar, algo que ha ido a más con la administración Trump, que directamente les acusa de ser el brazo tecnológico del gobierno chino.
En cualquier caso, la compañía se había postulado como la candidata ideal para todas aquellas empresas que quisieran integrar la tecnología 5G, de hecho en España Telefónica ya se encuentra en negociaciones con ella para llevar a cabo una promoción conjunta de la misma, algo que no sería de extrañar si tenemos en cuenta que durante años los routers estándar de la compañía venían firmados por la gigante china.
Ante esta situación, la principal vía de escape para la compañía sería el potenciar el desarrollo de su propio sistema operativo, algo que vienen desarrollando desde hace ya varios años, u optar por emplear el código abierto de Android para desarrollar alguna versión paralela sin ningún servicio de Google activo.