El 26 de Abril 2018 | 08:38
Se habla mucho de la desfragmentación que sufren los teléfonos de Android, y se suele culpar erróneamente a Google de ello. Cuando hablamos de desfragmentación, nos referimos a que los teléfonos con Android no mantienen una homogeneidad en cuanto a las actualizaciones; mientras que hay teléfonos que tienen la última versión, hay otros tantos que continúan con Android 4. Esto provoca problemas a la hora de ir sacando aplicaciones, así como una sensación general de descontento en cuanto a las actualizaciones.
No obstante, no es solo culpa de Google, ni mucho menos. Sí, la empresa tiene algo de responsabilidad, puesto que quizás no es todo lo estricta que debería ser con los fabricantes, pero aún así la versión de Android continúa dependiendo de cada marca. Mas ahora parece que las tornas están a punto de cambiar, puesto que Google ha decidido ponerse seria al respecto: la empresa ha decidido poner un plazo para que cada fabricante lance sus teléfonos con Android Oreo. Si no lo hacen, no obtendrán la certificación de Google, y esto implicará, necesariamente, que no podrán usar los servicios de Google.
Se acabó: Google se pone seria
Es la primera vez en la historia de Google que la empresa se decide a tomar este tipo de medidas, y esto es algo extremadamente positivo para nosotros como consumidores. Implica que, en un futuro, toda esta desfragmentación de Android podría ser mucho menor; no nos hagamos tampoco ilusiones de más, puesto que desaparecer difícilmente desaparecerá.
Según informan desde XDA Developers, marzo fue el último mes en el que se certificaron de forma oficial nuevos móviles que no dispusieran de Android Oreo. Es decir, que a partir de ahí todos los smartphones deberán tener Android Oreo 8.0 si quieren obtener la certificación de Google. ¿Cuáles son las repercusiones reales de no obtener esta certificación? No podrán tener las Gapps, que son las aplicaciones y todos esos servicios esenciales de Google, como son los de la Google Play.
Sin los servicios de Google, los teléfonos tendrán muchas más complicaciones a la hora de funcionar de forma efectiva. Habrá una gran cantidad de aplicaciones que ni siquiera harán el amago de funcionar, y esto es algo que Google sabe a la perfección, así como los fabricantes. Estos últimos difícilmente se atreverán a sacar al mercado un dispositivo sin los servicios de Google.
Tras esta medida, lo que deberíamos esperar como usuarios es que toda la desfragmentación de los teléfonos de Android se vaya acabando, consiguiendo así que los fabricantes pongan de su parte. Aún así, queda mucho por hacer... Puesto que Android P está al llegar, y seguramente la mayoría de los terminales que hay ahora mismo en el mercado no llegarán siquiera a verlo de lejos. Esto es lo que hay que arreglar.