El 24 de Abril 2015 | 13:02
Es evidente que los videojuegos han tenido problemas a lo largo de la Historia con diferentes Gobiernos en diferentes países y de hecho los sigue teniendo. Parece que su posible utilización en campos como los de la educación u otros fines sociales no acaba de convencer a ciertos sectores de la gente y de los dirigentes políticos.
Según parece, el Gobierno de Estados Unidos no entraría dentro de este saco sino todo lo contrario. O al menos esa es la conclusión que sacamos si hacemos caso de las últimas declaraciones de Mark DeLoura, veterano en la industria de los videojuegos que trabajó en la Casa Blanca como responsable de medios digitales alrededor de dos años.
Aplicaciones positivas
DeLoura, antes de realizar su trabajo junto al gobierno estadounidense, trabajó en empresas de videojuegos como THQ, Ubisoft o Nintendo, conformando un currículum que le hizo pisar la Casa Blanca. En una entrevista realizada por el medio GameIndustry International ha comentado que, actualmente, el gobierno de Estados Unidos está más preocupado en perseguir los videojuegos por sus posibles aplicaciones en la educación u otros propósitos sociales que en preocuparse por la violencia u otros aspectos. Según sus propias palabras:
"Mi sensación tras haber estado en la Casa Blanca es que existe un interés en comprobar si los videojuegos pueden ser usados en propósitos sociales. Ese es el interés principal en los videojuegos".
En la entrevista también comenta que esta visión de aplicación en la sociedad de diferentes medios de entretenimiento se lleva haciendo desde siempre, y los videojuegos no podían ser menos. El interés es real y cree que el gobierno norteamericano no tardará en encontrar utilidades reales en esta industria para la sociedad.
Nos alegramos de que, aunque sigan existiendo casos de demonización del mundo de los videojuegos, gobiernos tan importantes como el de Estados Unidos tratan de hacer todo lo contrario.