Digan lo que digan los medios generalistas y sus alabanzas a los ingresos de la industria del videojuego sobre otras como la del cine y la música, lo cierto es que hay más sombras que luces en este sector y en nuestro país las cosas están especialmente mal. Parte de la solución a estos problemas pasa por visibilizarlos con estudios meticulosos sobre la precariedad, la falta de financiación y otras carencias de las que adolece el desarrollo de videojuegos en España.
Un primer paso para poner el foco en los problemas y plantear soluciones
El sociólogo Roldán García-Párraga de la Universidad de Murcia ha publicado, en colaboración con Game Workers Unite, un elaborado informe de 47 páginas creado sobre una serie de entrevistas realizadas el pasado verano en plena pandemia y sin ninguna financiación, como cuenta el mismo autor en la introducción del estudio.
"Debe quedar claro que, por las dificultades de desplazamiento que ha habido
este año y la ausencia de financiación de cualquier tipo, este estudio está limitado
y es una instantánea incompleta. Queda para el futuro la realización de estudios
más detallados y que permitan dar datos más precisos sobre las condiciones de
trabajo en la industria del desarrollo de videojuegos en España. Probablemente
estudios más pequeños y específicos, que permitan reflejar mejor las condiciones
de cada colectivo o parte del sector".
En el informe se pone el foco en la demografía que conforma el conglomerado de desarrolladores en el país, la precariedad y la explotación laboral a la que se ven sometidos en algunas ocasiones, lo inexistente de la acción sindical en el sector, la calidad de vida de quienes trabajan de esto y muchos más elementos que sirven para ayudar a comprender cómo es desarrollar videojuegos en España y qué hay que mejorar para poder tener una industria sana, segura y rentable para quienes deciden quedarse aquí para continuar con su carrerra de desarrolladores.
El informe completo puede leerse aquí.