Europa ha publicado hoy una nota de prensa asegurando que los consumidores y niños del viejo continente necesitan una mejor protección contra juegos que se publicitan como gratuitos pero vienen acompañados de costes ocultos. La preocupación de la Comisión Europea sobre los costes reales de los juegos free-to-play llega tras la la publicación en prensa de varios casos en los que niños gastaban sin autorización dinero de sus padres en este tipo de productos. Uno de los más conocidos es el de una niña inglesa que gastó 4.000 libras de la cuenta de sus padres en compras in-app a juegos como 'My Horse' o 'Smurfs' Village'.
Cuatro puntos a tratar
Las autoridades europeas han reducido a cuatro puntos fundamentales las inquietudes de las asociaciones de consumidores antes de reunirse con representantes de Google y Apple en busca de una postura común contra este tipo de aplicaciones. Estos son:
-Los juegos "gratuitos" no deberían engañar al consumidor con respecto a los verdaderos costes de los mismos
-Ningún juego debería invitar a los niños a que compren algo, o persuadir a un adulto para que lo haga por ellos
-Los consumidores deben estar correctamente informados sobre el método de pago que usarán en sus compras
-Se debe proporcionar una dirección de correo electrónico para que los compradores puedan presentar sus quejas
Se llegue o no a un entendimiento con la industria, la Unión Europea dará una serie de indicaciones a los estados miembros para que tomen las medidas oportunas para regular el sector. Posiblemente las reuniones con las grandes empresas del sector no sirvan para sacar nada en claro, visto lo lucrativas que pueden llegar a ser las compras "in-app".