El gobierno de Francia ha cerrado su capítulo en el tema de las cajas de botín y las apuestas en los videojuegos. La Autoridad de Regulación de los Juegos En Línea (ARJEL), ha concluido que este tipo de transacciones no implican una ganancia potencial, por lo que no se pueden clasificar como el resto de los juegos de azar. Lo que sí piden a la Unión Europea es una regulación que indique sobre sus posibles peligros.
No hay juego de azar
A lo largo de los últimos meses, muchos países han presentado sus resoluciones sobre el tema de las cajas de botín que están azotando a los videojuegos y sus jugadores. La posibilidad de que esta práctica se considere un juego de azar potencialmente peligroso para la comunidad ha hecho que muchos gobiernos se planteen la posibilidad de regularla y hasta de prohibirla. El último país en desvelar su posición ha sido Francia, la cual cree que no se pueden catalogar como juego de azar, pero que sí piensa que puede haber un peligro potencial si no se regula correctamente.
La ARJEL ha publicado su informe de actividad 2017-2018 en el que trata diferentes temas, como las cajas de botín o las apuestas en el póker online. Dentro de este documento se llega a la conclusión y se expone que las llamadas loot boxes no entran dentro de la categoría de "juego de azar" o "apuesta", ya que para ello tendría que ser una oferta pública con una inversión monetaria que lleve a la posibilidad de obtener un beneficio económico mayor. Todo ello con un elemento de azar incluido. Es decir, en el caso de las cajas de botín, aun con la aleatoriedad que ofrecen, no se invierte dinero para obtener una cantidad mayor.
A pesar de esta negativa a considerar estas microtransacciones como una apuesta, el mismo organismo francés ha indicado en el mismo informe que se deben regular los micropagos para proteger a los jugadores del peligro potencial que pueden tener, ya que no se da información sobre el ratio de aparición de objeto y jugadores de cualquier edad (incluidos menores) pueden acceder a este tipo de compras.