Cualquier habitual de 'Fortnite Battle Royale' sabrá que la clave para ganar cualquier partida es dominar con soltura la construcción que nos permita defendernos y ganar altura a medida que se estrecha la zona segura y del mismo modo es vital haber conseguido armas claves como escopetas y explosivos que nos permitan derrotar a enemigos fortificados. El problema de este esquema es que deja poco lugar la improvisación y empieza a cansar a la comunidad y al propio equipo de Epic Games.
En cambios constante
En una última actualización del estado del desarrollo del juego el equipo de Epic Games ha dejado claro que no quieren que el final de las partidas siga como ahora en el futuro. El asunto es que los desarrolladores parecen tener claro lo que quieren cambiar pero no parecen saber aún cómo cambiarlo.
Se ha pedido a la comunidad que proponga ideas para aumentar la cantidad de estrategias a las que los jugadores podrán acudir para ganar esas partidas que hasta ahora siempre se han solucionado a golpe de ladrillo y explosivos.
Lo cierto es que 'Fortnite Battle Royale' tiene cada vez las cosas más difíciles para convertirse en un juego competitivo de alto nivel, por varias razones. Principalmente no es fácil equilibrar un juego en el que entran nuevas armas y objetos casi semanalmente, haciendo que la cantidad de variables aumente de forma exponencial y unas armas eclipsen por completo a otras. A eso se suma el hecho de que el juego ya está en todas las consolas, móviles y ordenadores, lo que suma una carga de trabajo notable.
De lo que no cabe duda es que al juego más popular de todos los tiempos aún le queda mucha mecha y puede que al acabar este año el meta sea radicalmente distinto a lo que tenemos ahora.