Un jugador de PlayStation 4 ha sido acusado de tráfico de drogas mediante el uso de las funciones online de la consola. El FBI está llevando a cabo una investigación desde el pasado mes de octubre para confirmar que Curtis Alexander, alias "Dola", se está sirviendo de la plataforma de Sony para traficar con cocaína. Por eso requieren de la colaboración de la compañía para obtener los datos de su usuario y toda la actividad llevada a cabo durante sus sesiones de juego.
Privacidad frente a justicia
Las compañías de ocio electrónico vuelven a convertirse en una de las mejores armas de la justicia para evitar ciertos crímenes. El FBI se encuentra en medio de una investigación para desarticular una red de tráfico de droga llevada a cabo por Curtis Alexander, un jugador acusado de usar ciertos títulos de PlayStation 4 para entablar acuerdos para la venta de cocaína. El reporte, facilitado por VICE - Motherboard, indica que, ahora, la agencia de seguridad norteamericana necesita que Sony le facilite ciertos datos para poder obtener pruebas sólidas para su investigación.
Según la información publicada por el medio citado, desde el FBI saben que las compañías como Sony guardan un registro con la actividad de juego, de chat escrito y de voz de sus jugadores. Alexander habría mantenido los contactos con sus compradores a través de mensajes de PlayStation Network y el chat de voz de algunos juegos multijugador, por lo que se necesitan esas grabaciones para probar la red de narcotráfico que este usuario estaba montando. Este jugador llegaba a ofrecer un kilogramo de cocaína por 34.000 dólares y les indicaba a sus interlocutores que cerrasen el trato durante las sesiones de juego porque "era más seguro".
Sony ahora tiene que decidir si se presta a facilitar los datos (con lo que ello conlleva para la privacidad que se firma en los términos de PlayStation Network) de este usuario y contribuir en la investigación.