El 7 de Septiembre 2015 | 20:14
Todos recordamos como algo ya casi lejano la cantidad de críticas que Xbox One recibió durante los primeros meses de presentación al gran público al tratarse de un dispositivo centrado en ofrecer una experiencia multimedia que no terminó de gustar en el sector, algo que Robbie Bach, responsable de la divisisón Xbox hasta 2010, ya vio venir, asegurando que la reacción era predecible y evitable, pero no se hizo nada para ello.
Ya ha quedado atrás
En unas recientes declaraciones, Bach asegura que, aunque eran aspectos que se podían haber evitado con facilidad en el momento de su presentación, por suerte para la compañía ya se trata de cosas del pasado, y el nuevo rumbo que han tomado los de Redmond con su último dispositivo parece haber encajado con los gustos del público.
"Creo que Xbox One ha dejado casi todo eso atrás. Tiene un gran catálogo para estas Navidades, está ganando volumen y porcentaje del mercado... Lo sorprendente es que el mercado de consolas es ahora más grande que antes. Ambas compañías están vendiendo más unidades", asegura en referencia al éxito que tanto la actual plataforma de la compañía como PlayStation 4 están teniendo en el mercado.
Durante estas afirmaciones también recuerda que, justo un año antes de que las dos compañías presentasen sus respectivas plataformas, la sensación en el sector era que éste estaba muerto, que las consolas ya no serían un punto de principal interés para las empresas y muchos tanto dentro como fuera del mismo se preguntaban por qué Sony y Microsoft seguían desarrollando nuevas plataformas para sus usuarios.
Entre las voces más agoreras respecto al sector se encontraban aquellas que auguraban una migración masiva hacia el sector móvil, algo que está ocurriendo en parte, donde grandes empresas han apoyado con nuevos desarrollos a este mercado, pero lejos de aquellas voces. Algo que también ha cambiado ha sido la percepción de Xbox One que, como asegura Bach, ha dejado atrás dos de los elementos más criticados antes de su lanzamiento, como era la necesidad de estar permanentemente conectados a Internet o la presencia obligatoria de Kinect.