El 23 de Febrero 2015 | 19:23
Hay un dicho español que dice "a perro flaco todos son pulgas" en referencia a que, cuando una situación es complicada, nunca suele venir sola. Eso parece pasarle en los últimos años a Sega, que a sus malos resultados económicos y a la desconfianza generalizada de los usuarios se suma ahora las críticas, y bastante duras, del que fuese el máximo responsable de la división americana durante los ya lejanos años 90 del pasado siglo.
Y es que según Tom Kalinske la compañía podría estar actualmente compitiendo directamente con las tres grandes del sector en cuanto a hardware de haber tomado las decisiones correctas en su momento, algo para lo que habría que retroceder 20 años en su opinión.
Desarrollo junto a Sony
Kalinske ha hablado sobre la empresa para la que trabajó con motivo de los recientes despidos que la misma ha llevado a cabo en la división americana, años atrás bajo su mandato, momento en el que asegura que la empresa comenzó a tomar las decisiones que, incorrectas a su parecer, le ha llevado a su situación actual cuando podría estar asentada en el mercado como una de las grandes desarrolladoras tanto de hardware como de software.
En estas declaraciones asegura que, a comienzos de los 90 y antes de que llegase al mercado PlayStation, una primeriza por aquél entonces en el sector como Sony le ofreció a la compañía desarrollar una consola en colaboración, algo a lo que Sega se negó, siendo esta una de las razones por las que, en 1996, Kalinske abandonase la compañía.
Debemos recordar que antes del lanzamiento de PlayStationSony había estado colaborando con Nintendo a finales de los 80 para incluir un addon que permitiese a su Super Nintendo reproducir juegos llegados directamente desde CD, pero finalmente el acuerdo no se llegó a cumplir, momento en el que parece que la compañía le ofreció su colaboración a Sega.
Esta decisión es una de las peores que pudo tomar la empresa para Kalinske. Tras este ofrecimiento, a finales de 1994, llegaba al mercado japonés la primera plataforma de Sony con un éxito que ya todos conocemos, aunque para el antiguo directivo de la compañía este no ha sido el único error de la empresa en estos años. Para él todas las decisiones tomadas en los últimos 20 las considera grandes errores, aunque de todos ellos continúa destacando esta negativa al desarrollo conjunto, que hubiera, según sus palabras, supuesto unos costes de desarrollo y unas pérdidas iniciales compartidas que después se habrían recuperado con las ganancias, también compartidas, de software.