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[eSport] Maria 'Remilia' Creveling abandona la LCS por el constante acoso machista que sufre

ABANDONO FORZADO

Por Benjamín Rosa Fernández

El 13 de Agosto 2015 | 14:57

La acusan de ser transexual y ha tenido que borrar todos sus perfiles de las redes sociales.

De sobra es conocido que el mundo de los videojuegos online es un campo hostil para las mujeres que quieren entrar en él. No es raro ver a chicas que escogen pseudónimos que no dan pistas de su género para no recibir insultos por el mero hecho de ser mujer. Lamentablemente hoy tenemos que hacernos eco de una muy mala noticia respecto a este tema, y es que Maria 'Remilia' Creveling ha tenido que abandonar su puesto en la LCS con el equipo Renegades, principalmente por el acoso que recibe por el mero hecho de ser mujer. Estas actitudes machistas son algo que de ninguna manera podemos tolerar.

Abandono por presión

En el partido entre Renegades y Team Coast para conseguir el pase a la League of Legends Championship Series, el realizador de decidió que no mostrar el rostro de la jugadora, ya que cada vez que Remilia aparecía en pantalla el chat se plagaba de comentarios ofensivos. Remilia se convirtió en la primera mujer que logró conseguir el pase a la LCS, pero pocos minutos más tarde anunció que abandona el equipo y la competición.

Maria Creveling

La razón es sencilla: es acosada y humillada por el público de los streamings en los que se emiten sus partidas simplemente por ser mujer y jugar en un equipo competitivo, e incluso llegan a acusarla en las redes sociales de haber nacido hombre y cambiarse de sexo pese a que muchas veces se ha desmentido. Esta mujer de 20 años ya desapareció de la escena durante unos meses para tratar de evitar el acoso al que se veía sometida en portales como Twitter o Reddit, e incluso tuvo que cambiarse el pseudónimo para que no buscaran comentarios anteriores sobre ella. La alta presión que recibe ha podido con ella, y finalmente se ha visto obligada a cerrar su canal de Twitch en el que recibía numerosos insultos machistas. Es una pena que por culpa de un público al que le cuesta aceptar que una mujer pueda triunfar en una afición que durante años ha sido socialmente dominada por hombres y por ello una jugadora prometedora termine abandonando la competición.

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