"Sé que me vais a odiar, pero en menos de 2 horas he ganado 450 euros", decía J. D. en un chat de Whatsapp tras vender varias unidades de Nintendo Classic Mini NES. Este español forma parte de la creciente cantidad de personas que en España aprovecha la escasez en las tiradas de un videojuego o consola para revenderlas después más caras en aplicaciones dedicadas a la venta de segunda mano y foros. Por suerte en esta fiebre tóxica la mayoría suele comerse con patatas el fruto de aquello con lo que busca especular, pero algunos pocos logran salirse con la suya.
NES Mini ha sido el último objeto de interés por parte de estas personas debido, no al éxito de la consola, sino a la extremadamente reducida tirada que ha tenido tanto en España como en otros países de Europa. Algunos YouTubers y jóvenes de hormonas revueltas culpan a las cadenas de tiendas y sus trabajadores de ser cómplices de la especulación mientras que los distribuidores y la propia Nintendo salen airosos. Vuelve a ocurrir lo mismo que ya pasó en su momento con las figuras inteligentes amiibo, todo debido a que la compañía del fontanero más famoso de los videojuegos ha decidido ir sobre seguro, liberando una tirada reducida con tal de no pillarse los dedos con stock sobrante. El problema es que esta tirada ha sido más reducida de lo debido, fomentando que florezcan estos individuos antes mencionados, conocidos como especuladores o "gordos de la bolsa", que pueden ser tanto chavales de 21 años como hombres bien entrados en años.
Nintendo Classic Mini: objeto de deseo
Ante la escasez de un producto, este se vuelve más atractivo, y por tanto es más deseado, aumentando su demanda y creándose así una especie de espejismo que lo proyecta como un objeto que todos quieren poseer para hacerse la foto de rigor y compartirla en redes sociales. Esto ocurre más frecuentemente con marcas que cuentan con cierto prestigio, así como una base estable de público fiel. Además, Nintendo Classic Mini no es una consola al uso, sino un objeto de colección que los adultos que crecieron junto con la original ven como un tributo su niñez, pudiendo disfrutar de la experiencia clásica sin tener que andar sacando teles de tubo ni soplando cartuchos. Por otra parte, también es un producto que ha llamado la atención de generaciones más jóvenes que ven en esta industria una pasión. Puede tratarse de un público no muy numeroso, pero es fiel, y eso es realmente valioso.
De estas personas se aprovechan los especuladores en situaciones como esta, pues no dudan en arrebatar una compra asegurada para vender ese mismo producto a un precio aún más caro. Son libres de hacerlo, no es ilegal, pero moralmente deja mucho que desear, puesto que no hablamos de personas que se dediquen a la importación desde Japón o de aquellos que venden material descatalogado desde hace décadas. Hablamos de personas que compran novedades en España para venderlas de inmediato aún más caras.
Nintendo distribuirá nuevas unidades en breves
Todo esto no es sino el producto de las recientes políticas de Nintendo. No me malinterpretéis, no quiero dar a entender que Nintendo sea cómplice o responsable de que en este país prime la picardía, pero con estas tiradas reducidas fomenta de manera involuntaria la aparición de los revendedores.
A diferencia del caso amiibo, parece que en esta ocasión Nintendo irá liberando poco a poco más stock durante las próximas semanas con tal de satisfacer las demandas navideñas. Por eso os recomiendo, como experto en la materia, que esperéis. No gastéis más del precio base de la consola, sean treinta, cincuenta o cien euros. Sed pacientes y aguardad a que aparezcan nuevas unidades de la consola. De este modo vosotros podréis disfrutarla sin sobrecoste alguno y a estos "gordos de la bolsa" se les quitarán las ganas de volver a especular cuando vean que son incapaces de revender el producto.