El 2 de Septiembre 2016 | 04:23
Los productos surgidos a través de las industrias del manga y el anime nos permiten disfrutar de todo tipo de entretenimiento, ya sea mediante visionado de un anime o lectura de un manga. Gracias a ello podemos ser testigos de grandes aventuras, batallas, romances, amistades, luchas por la igualdad y traiciones. Sin embargo, no todo siempre es de color de rosas en este mundillo, y conviene poner de manifiesto y señalar las malas prácticas para contribuir al establecimiento de una industria mucho más inclusiva.
El estereotipo de mujer complaciente
En este caso hablamos de machismo, la palabra que algunos no quieren ni ver en pintura, pero es así. Una encuesta reciente celebrada en Japón da un trato nefasto a los personajes femeninos, esos con los que las chicas pueden llegar a empatizar y sentirse identificadas para adentrarse en la afición. En lugar de buscar la mejor heroína, la más inteligente o cualquier otra cualidad positiva, se ha decidido preguntar a los lectores de la Shonen Jump cuáles son las peores protagonistas de todas las que han pasado por la revista.
Esto último no sería malo si no fuera porque se pone de manifiesto y se valora ante todo unos roles de sumisión, de obediencia e incluso de satisfacer al protagonista o lector de género masculino como razones para escapar de la lista. Es decir, si eres mona, gustas y además eres simpática te salvas.
Sin embargo, se castiga a personajes femeninos por ser vagos, incompetentes, tímidos, demasiado brutos o incluso arrogantes. Valores que, trasladados a un personaje masculino, no necesariamente se consideran negativos. ¿Comprendéis ahora a qué me refiero?
Pongámonos en situación. La división editorial del fansite japonés Goo Ranking ha preguntado a personas de entre 20 y 30 años -250 eran hombres y otros 250 mujeres- por las peores heroínas del manga. Concretamente, junto con la explicación arriba citada, se ha preguntado a los lectores "qué protagonista femenina de la historia de la Shonen Jump te hace enfadar más que ninguna".
Finalmente, el resultado es el siguiente:
1.- Ochako, My Hero Academia (6,7%)
2.- Chitoge, Nisekoi (5,9%)
3.- Erina, Shokugeki no Soma (5,3%)
3.- Misa, Death Note (5,3%)
5.- Kagura, Gintama (4,5%)
6.- Tsurara, Nura, el señor de los Yokai (4,2%)
6.- Sakura, Naruto (4,2%)
8.- Chiaki, Rokudenashi Blues (4%)
9.- Medaka, Medaka Box (3,8%)
10.- Kokomi, Saiki Kusuo no Psi Nan (3,4%)
11.- Tsukasa, Ichigo 100% (2,8%)
12.- Chika, World Trigger (2,6%)
13.- Miho, Bakuman. (2,4%)
13.- Sakurako, Psyren (2,4%)
13.- Himeko, Sket Dance (2,4%)
13.- Nami, One Piece (2,4%)
17.- Dakki, Hoshin Engi (2,2%)
18.- Lala, To Love-Ru (2%)
18.- Kaoru, Rurouni Kenshin (2%)
20.- Aika, Mx0 (1,8%)
Lo que ha de importar en un personaje femenino
Como lector ya curtido en años veo que encuestas como estas son innecesarias y totalmente discriminatorias, pues venden que el papel de la mujer dentro del cómic ha de ser el de una persona sumisa. Prefiero mil veces antes un personaje interesante, que aporte algo a la historia, que madure y crezca como personaje, y que demuestre saber valerse por sí mismo en lugar de uno que tan solo esté ahí para satisfacer mi ego o hacer de princesa a la espera de su caballero.
Precisamente uno de los personajes más odiados de la encuesta, Kaoru de 'Rurouni Kenshin', es el claro ejemplo de un personaje fuerte, independiente y trabajador que tanta falta hace en el manga. Sí, Kaoru chilla mucho, tiene carácter -¿acaso Sanosuke no lo tiene?-, pero no está en la encuesta por esa razón, sino por no atarse al rol de ama de casa o buena novia. Es por ello que Chi Chi, de 'Dragon Ball', no aparece en la lista pese a ser un personaje más popular, porque pese a tener carácter, es un personaje sumiso que reniega de su infancia y juventud guerreras y queda relegado a sus tareas en el hogar y la familia. El rancio prototipo de una buena esposa, vaya.
El manga, el anime, el mundo del cómic y la animación en general, necesitan mujeres fuertes. Estos personajes son los catalizadores que integran a las lectoras y espectadoras en la afición, y deberían ser tratados como los personajes masculinos: personajes y no objetos florero. A un personaje femenino se le debería valorar por su desarrollo a lo largo de la historia, por sus capacidades, independencia y capaz de sorprender. Vaya, lo mismo que se hace con los personajes masculinos. Ellas no deberían estar ahí para complacernos, sino para enriquecer nuestra lectura y sorprendernos con grandes momentos.