El 23 de Noviembre 2016 | 20:33
Hace unas semanas que NES Classic Mini se puso a la venta, y por el momento, está siendo noticia principalmente por la escasez de stock en las tiendas. Al fin y al cabo, a nadie debería sorprender que un producto de Nintendo tenga existencias limitadas y termine convirtiéndose en un objeto de especulación, ya pasó algo similar con los amiibo... Sin embargo, esto no pasaría si no hubiera inconscientes -por utilizar un eufemismo- capaces de pagar una auténtica salvajada por un emulador -que podríamos disfrutar cualquiera en nuestro PC- de una consola de hace 30 años contenido en una carcasa de plástico. Porque después de todo, NES Classic Mini no es más que eso...
O sí, y es que al fin y al cabo, NES Classic Mini no contiene sino algunos de los mejores y más importantes juegos de la historia, pero asumámoslo: eran otros tiempos, y cualquier tiempo pasado no necesariamente tiene que ser mejor. La mayoría de videojuegos -como en otros medios de ocio- se ven superados por títulos posteriores, pero el mito siempre es superior a la propia obra. Otra cosa diferente es que en su momento, por ejemplo, el primer 'Super Mario Bros' salvara la industria de la desaparición, pero cualquier juego principal de Mario es mejor que él, con lo que... ¿quién va a dejar de jugar cualquier nuevo juego para dedicar tiempo a 'Super Mario Bros'?
Reconozco que NES Classic Mini ha llegado a entrar entre mis planes de compra, pero viéndolo con perspectiva, no me imagino aparcando por un momento 'Watch Dogs 2' o 'Battlefield 1' para jugar a 'Balloon Fight' o 'Excitebike'. Pero luego está ese grupo de personas que ha grabado un unboxing o subido una foto de su pequeña consola a Twitter para después no volverse a acordar de ella. Aún no he visto a nadie exclamar lo bien que se lo está pasando con estos 30 juegos clásicos... Pero qué más da, Nintendo ya ha conseguido lo que quería: que su producto se convirtiera en objeto de culto. Una vez más, tirando de nostalgia y de la ingenuidad de algunos, la compañía de Kyoto sale vencedora de una mala praxis intencionada.
Insisto: un emulador en una carcasa de plástico con 30 juegos de los cuales hoy el 70% de ellos son prácticamente injugables hoy en día. Un videojuego no es un libro o una película, requiere de un mayor nivel de interactividad por parte de quien lo está disfrutando, y no es más divertido un juego de los 80 que uno actual, salvo honrosas excepciones. Obviamente 'SMB3' ha envejecido mejor que el primero y aguanta el tipo con mucha dignidad, claro. La cuestión es que lo que tenía que ser un gran producto para jugar y disfrutar con la familia se ha convertido en nada más que un objeto de coleccionista.
Dentro de no mucho, las NES Classic Mini pasarán al rincón del olvido donde ya habitan otras como Wii U o PS Vita, aunque con el valor añadido de la melancolía que traen tiempos, para algunos, mejores, y también de que es extraordinariamente pequeña y no cuesta mucho pasar el plumero. Es una pena que sea así, porque esta consola no es un mal producto, y al contrario que la mayoría de productos de Nintendo, tiene un precio muy ajustado, pero como objeto de ocio no tiene el valor que algunos creen por un sencillo motivo: los juegos de antes no son mejores que los actuales.