El 16 de Julio 2018 | 12:38
Esta nueva edición de los Emmy está haciendo historia por muchas causas diferentes. No solo 'Juego de Tronos' se ha convertido en la serie con más nominaciones a los Emmy, sino que también se acaba de dar un paso más hacia la inclusión social gracias a una nominación. Sandra Oh, una actriz mundialmente reconocida por su papel en 'Anatomía de Grey', ha sido nominada como 'Mejor Actriz' por su papel en 'Killing Eve'. Y, de esta forma, ha conseguido convertirse en la primera actriz de origen asiático nominada en esta categoría en los setenta años de historia que ya tienen los Emmy.
Para la actriz es una estupenda noticia, puesto que es una nueva posibilidad de ganar un Emmy; Oh ya estuvo nominada como actriz de reparto por su papel como Christina Yang en 'Anatomía de Grey'. Pero para la sociedad al completo esto supone un gran hito, y un fuerte avance. Por sorprendente (y racista) que pueda llegar a parecer, aún no había habido, en setenta años, ninguna actriz de origen asiático nominada como 'Mejor Actriz'. Esta nominación es un paso en el buen camino.
Por su parte, la actriz ha hecho pública su emoción en 'The Hollywood Reporter'. "Estoy aún luchando por encontrar las palabras correctas, me alegro, no solo por la serie, por mí o por mi familia, sino también por mi comunidad. Espero que sienta que también tienen representación... Y quiero que vaya más allá. Quiero que la onda se convierta en una ola", ha declarado.
Ser nominada supone ya un paso importante, aunque Oh lo tendrá muy complicado a la hora de ganar, sobre todo por sus competidoras. Se enfrentará a actrices como Claire Foy, Evan Rachel Wood, Elisabeth Moss, Tatiana Maslany y Keri Russell, muy queridas y admiradas por el público, y con papeles relevantes en series que ahora mismo están en el top televisivo.
Un paso hacia la inclusión
Pese a lo complicado que le resultará a Oh hacerse con el Emmy a 'Mejor Actriz', el mero hecho de que haya sido nominada cuando ninguna mujer de origen asiático lo había sido es algo positivo. Nos está señalando que el panorama televisivo está convirtiéndose, poco a poco, en algo mucho más heterogéneo, abierto e inclusivo. Y esto es muy importante, porque al igual que la televisión bebe de nuestra sociedad, la sociedad acaba bebiendo de la televisión, y perpetuando estructuras de opresión que se ven en la pequeña pantalla.
Comenzar a premiar a los actores y las actrices por su trabajo sin priorizar en una etnia concreta sería un gran avance en cuanto a inclusión. Este ha sido un pequeño paso, pero poco a poco vamos viendo cómo va cambiando la situación; no hay más que echar un ojo a los Oscar de este año. Estamos lejos de alcanzar la igualdad, pero con esfuerzo podremos conseguirlo.