No me cae bien Risto Mejide, nada bien. Pasé de su programa El Rincón de Pensar anoche, a pesar de que Juan Carlos Monedero es una persona que en el momento que vive la actualidad política española es clave. Pero el mero hecho de tener que soportar las preguntas autocomplacientes del hombre de las gafas ahumadas, me quita las ganas de sintonizar Antena 3. Sin embargo, una mitad del programa caía del lado de la entrevista a Monedero, y la otra mitad del lado de ElRubius. Para escribir sobre este tema no tengo otro remedio que rendirme Al Rincón de Pensar. Lo primero que hago es ir a A3Player y ahí encontramos el programa en portada. Pero, ¡un momento! La miniatura del programa completo es ElRubius, y no Juan Carlos Monedero ¡BAM! Esto ya nos da buena muestra de las cotas de popularidad que alcanza el YouTuber más famoso de habla hispana, que intentó conceder ante el juez de Operación Triunfo una entrevista personal e íntima.
Y entonces, como medio especializado en videojuegos, y porque se supone que ElRubius está íntimamente vinculado a nuestro espectro, toca ver los poco más de veinte minutos de entrevista para intentar sacar algo en claro. Y en claro saco una cosa, y aquí me toca hablar de videojuegos, que es a lo que estamos: ElRubius hoy aporta visibilidad a los videojuegos, pero no aporta un paso adelante para el estatus de estos.
La entrevista de Mejide, desordenada y fácil como siempre, deja por el camino tres ideas básicas que recurren una y otra vez: ElRubius es ultra famoso, efectivamente; le ha costado domar al caballo desbocado que es la fama, algo natural para un chico de veintipocos que lejos de buscar la popularidad se topa con ella entre las manos de la noche a la mañana, y la tercera idea, la más importante, su target, y lo dicen textualmente, 13-14-15 años...
Una cadena nacional
"'Skyrim' y 'GTA' en una cadena nacional", se oye decir tras la entrevista de ElRubius, como si esto fuese alguna clase de hito. Puede parecer una buena noticia para el entorno del videojuego, pero en realidad qué más da si los videojuegos tiene que luchar de tú a tú a cada tres pasos con las sensibilidades de los menores. Siempre que hay sexo, siempre que la violencia va un paso más allá, siempre que la política o la religión hacen acto de aparición, acaba sobrevolando nuestra sesera la intuición de que esto es un juego de niños porque, aún dando pasos muy tímidos en los desarrollos sobre temas maduros, la sensibilidad siempre está a flor de piel. La entrevista de Risto Mejide no ha hecho más que afianzar una y otra vez esta idea: ElRubius es un chico que juega a videojuegos en YouTube, encandilando a los menores de 15 años. Al final, seguramente hay que asumirlo, YouTube se ha convertido en un motor de cambio para las propuestas modernas dentro de videojuegos. Propuestas claramente sociales, y la muestra del impacto la tenemos en juegos y sistemas cada vez más pensados para abrir las puertas de nuestro cuarto al voyeurismo de una comunidad que consume de manera activa, y ahora también de manera pasiva.
Remando en una dirección diferente
En este camino de audiencias desmedidas de menores de edad, la madurez en los argumentos y temáticas choca como un tren de alta velocidad contra un muro de hormigón. Twitch ya es consciente de esta audiencia joven de la que habla Mejide y prohíbe los juegos "Only Adult" en sus retransmisiones, el ejemplo está vivo. Hace unos años las compañías quisieron conquistar el público cercano a las 30 con las carteras llenas. Entonces avanzamos pasos rompiendo tabúes clásicos en videojuegos, para mostrar a estos jugadores entrados en años que la industria les estaba hablando a ellos. Hoy a quien se quiere conquistar es a quien tiene el tiempo suficiente para consumir mucho contenido en vídeo en la red de Google, en este caso la media de edad cae en picado y los desarrollos cambian los acentos del interés. La madurez de las tramas ahora ya no parece tan importante, ¿verdad?
Pero en realidad ayer Risto no habló de videojuegos, de hecho le importan bastante poco, ayer Mejide desveló al público la cara humana de Rubén Doblás, un showman que por otra parte me parece muy respetable. Pocos aparte de él logran tener 12 milloncejos de nada en su contador de YouTube, y eso no cae del cielo. Pero ayer los videojuegos se fueron a la cama igual que se habían levantado, ni un paso adelante, ni un paso atrás.
El precio de la fama
Si os interesa ElRubius seguramente os interese esta entrevista, un chico joven que se contoneó en el filo de la navaja que supone la fama. La historia no es nueva: Macaulay Culkin, el niño de 'Solo en Casa', lidio con su popularidad bañado en heroína; Lindsay Lohan también conoce los focos desde muy joven con un espeluznante resultados, y estos sólo un par de ejemplos (bastante macabros, a decir verdad) de una infinita lista a enumerar. Los millones en el banco y los fans en la puerta no son algo gratuito. Nunca lo son. Pero eso tampoco nos lo descubrió ayer Risto Mejide. Claro que no.