El 25 de Abril 2022 | 22:00
Cuando hablamos de compras y ventas de empresas vinculadas a redes sociales rápidamente se nos viene a la mente Mark Zuckerberg y su control sobre Facebook, What's App, Instagram o hasta Giphy, y hasta ahora una de las grandes "rivales" del imperio Meta se mantenía en manos de sus fundadores, Twitter, a la que en varias ocasiones numerosas empresas le han puesto el ojo con intenciones de compra o de participación, mediante acciones, en su desarrollo de cara a futuro. Aunque en el pasado se hablaron de cifras que ya resultaban astronómicas, nunca se llegó a ningún puerto, hasta ahora, cuando el magnate Elon Musk, considerado el hombre más rico del mundo, por encima incluso del todopoderoso Jeff Bezos, ha terminado por hacerse con el 100% de la red social tras dejarlo entrever hace tan solo unos días
Negociaciones hasta última hora
El responsable de las no menos conocidas Tesla y Space X ya dejó caer hace tan solo unos días su interés por la red social del pajarito azul, lo que despertó a partes iguales el interés y el rechazo de la comunidad que hasta ahora "twittea" de forma muy activa en la red, pero no ha sido hasta hace tan solo unos minutos cuando, a través de un comunicado oficial por ambas partes, se ha comunicado que Elon Musk se hace con el 100% de las acciones de la compañía, que saldrá de la bolsa y pasará a ser una empresa bajo control directo del magnate.
Musk ya dejó sobre la mesa una oferta de algo más de 40.000 millones de euros por Twitter hace 11 días pero no ha sido hasta ahora, y tras un fin de semana de negociaciones, cuando se ha hecho oficial la adquisición por un valor total de 44.000 millones de dólares, que convertidos a la moneda europea nos deja un total de 41.000 millones, convirtiéndose así en una de las adquisiciones más altas relacionadas con el mercado tecnológico y social. A Meta le costó tan solo 1.000 millones de dólares el hacerse con Instagram y 22.000 millones asumir el control de What's App si queremos comparar con sus rivales más cercanos.
En los últimos meses la plataforma ha sido el foco de varios debates sobre temas de cierta relevancia y polémica, como los límites de la libertad de expresión o la influencia que, desde ella, se puede llevar a cabo sobre asuntos de corte político, social o de interés general, algo que ha despertado algunas alarmas en usuarios de la red social, que ven la llegada de Musk como un aviso de que el "status" actual de la red podría variar en los próximos meses.
"La libertad de expresión en el cimiento de la democracia, y Twitter es la plaza digital donde se debate sobre temas vitales para el futuro de la humanidad", ha asegurado Elon Musk al comunicar que pasa a ser el propietario de la empresa, cuyos socios fundadores inicialmente no estaban por la labor de entregarla a manos del magnate sudafricano, que finalmente pagará algo más de 54 dólares por cada acción en una operación que se terminará de cerrar en los próximos días.
También, consciente de las reticencias que muchos usuarios tienen a su forma de gestionar las empresas y sus excentricidades, el magnate, a través de su propia cuenta, ha expresado que espera que hasta sus peores críticos sigan en la red, porque, y citamos sus palabras, "eso es lo que la libertad de expresión significa", aunque para muchos su llegada como único responsable de la red social pueda traer consigo cambios polémicos sobre algunos asuntos de especial relevancia, pues Musk, muy dado a comentar sobre aspectos diversos, ha estado en el ojo de la polémica recientemente por considerar que la bajada de suscriptores de Netflix se ha debido a la política "woke" que la compañía habría adoptado en estos últimos tiempos.