Microsoft con sus nuevas medidas de DRM y la restricción a la segunda mano tiene mucho trabajo por delante para ganarse el favor de los usuarios. En la compañía son conscientes de ello. Yusuf Mehdi, Vice Presidente de Microsoft Entertainment, declaraba lo siguiente respecto a sus movimientos con Xbox One:
"Estamos intentando algo muy grande en términos de mover la industria del videojuegos al mundo digital. Creemos que el mundo digital es el futuro y creemos que es mejor (...) es un gran cambio. Los consumidores no siempre están contentos con los cambios, y hay mucha educación que hemos de proveer para que asegurarnos de que la gente lo entienda".
En torno al escabroso tema de las restricciones a la segunda mano, y sobre cómo puede ser tomada la política por parte de consumidores, vendedores y publishers, desde Microsoft apuntan: "Tratamos de ser optimistas, y creemos que encontraremos un balance entre estas dimensiones (...) Queremos que los publishers obtengan ingresos por las IP en las que trabajan. Queremos que los vendedores puedan vender nuestros productos y obtener ingresos. Así que estamos tratando de encontrar un equilibrio entre esto".
La mala imagen pública
La imagen pública de Microsoft con toda esta cuestión se está viniendo abajo, solo hemos de comprobar la reacción de la gente ante PlayStation 4, que se muestra mucho más vinculada al modelo de negocio tradicional de consolas.
Tiene sentido que Microsoft apueste por el mercado digital, ya que una vez este estuviese implantado por completo, se quitaría la problemática de tener que restringir la segunda mano, ya que esta sería inexistente.