'Dragon Quest XI: Ecos de un Pasado Perdido' está causando sensación. De eso no nos cabe ninguna duda. Sabemos del potencial de la saga -y mucho más desde aquel genial 'Dragon Quest VIII' de PS2-, pero es verdad que siempre ha sido una franquicia mucho más destinada al mercado japonés en comparación con otras del género -sin duda, 'Final Fantasy' es una de esas'. Por eso, las buenas sensaciones que el juego había dejado en su lanzamiento original (hace más de un año ya que está disponible en Japón), no eran suficiente para saber qué ocurriría cuando llegara el juego aquí. Ahora, todos hablan de la mejor entrega de la saga, de uno de los mejores RPG de la generación... ¿Qué opina su director sobre todo eso?
Es solo el comienzo
A esta y a otras muchas cuestiones ha contestado el director del juego, el veterano Yuji Hori al que tanto le debemos, en una entrevista que ha dedicado a los compañeros de IGN. No en vano, tal y como él mismo ha dicho, este juego no deja de ser una culminación de todo lo que ha representado la saga a lo largo de sus 30 años de historia, que se dice pronto (sí, sigue siendo una de las más longevas de la industria). Y por eso, no solo el juego está plagado de guiños para los fans, sino que además Hori asegura que esta entrega es solo un nuevo comienzo para la franquicia. ¿Qué significa esto? Resumiendo, que las pequeñas novedades que se han introducido, han calado muy bien ya que han contentado tanto a los fans habituales -que también han visto como muchos aspectos reconocibles siguen ahí inalterados-, como a los nuevos jugadores.
Esto es lo que decía al respecto el importante creativo: "En Japón el juego ha tenido una gran acogida. Ha contentado a los fans de siempre y también a los nuevos jugadores, y en ese sentido, creo que es algo muy positivo de cara a un nuevo comienzo para la saga 'Dragon Quest'. Es de lo que más orgulloso me siento con este 'Dragon Quest XI'.". Personalmente creo que es una noticia muy importante, que va ligado al éxito del juego. De algún modo, le estamos diciendo al mundo -y a las compañías más importantes-, que los grandes RPG de antaño pueden renovarse sin renunciar a su estilo clásico y, sobre todo, al éxito comercial.