El 2 de Junio 2014 | 01:55
Muchos de aquí recordarán con mucho cariño el juego 'Dragon Quest VIII: El Periplo del Rey Maldito' para PlayStation 2. Este título demostró en su día que el juego de rol japonés clásico a la antigua usanza podía seguir siendo rompedor, además de que fue el primer juego de la serie 'Dragon Quest' que llegó de forma oficial a Europa.
Una versión que da vergüenza ajena
Hace varios meses supimos que iba a rehacer el juego para los dispositivos móviles, una tarea que no debía ser muy difícil conociendo las capacidades de los más recientes iPhone, iPad o dispositivos que usan Android de la más alta gama. Hace unos días salió el juego en varios mercados y el resultado de la conversión del juego de Playstation 2 a móviles no ha sido del agrado de muchos usuarios.
En primer lugar, el juego usa para el desplazamiento en el mapa del mundo un stick táctil, comprensible al no tener ningún dispositivo botones físicos; pero al estar únicamente en la izquierda de la pantalla, al controlarse con la mano derecha ésta imposibilita ver con claridad la pantalla. Luego, un problema grave que se vio es que al acceder a las batallas, el tiempo de transición entre el mapa y la batalla es de más de cinco segundos en los terminales más modernos, y la tasa de imágenes recibe una bajada considerable que hacen que parezca que el juego va a saltos.
Todo esto no sería más que un problema de optimización ya de por sí grave, pero la cosa se pone más seriea cuando muchos usuarios han visto que el juego tiene cierta tendencia a congelarse de golpe, con lo que la única solución es acabar con el proceso de la aplicación y reiniciar, con la correspondiente pérdida de datos de guardado. En respuesta a éstos problemas, en vez de prometer un parche o una futura actualización, un representante oficial de Square Enix recomendó a los usuarios que guarden su partida a menudo en los templos siempre que puedan, que cuando suspendan el juego que finalicen la aplicación mediante un gestos de tareas, y que a veces la mejor solución es reiniciar el temrinal.