El 26 de Enero 2018 | 12:32
Todd Rogers ha sido descubierto como uno de los tramposos más grandes que la industria del videojuego ha podido conocer. Este hombre de 53 años se convirtió en el primer jugador profesional de la historia, ya que gracias a sus récords en juegos de Activision para Atari consiguió que le pagaran por jugar a videojuegos. Entró incluso en el libro Guiness de los Récords, pero resulta que todo estaba amañado y que sus proezas no fueron tales.
Cifras alteradas y pruebas insuficientes
En la era de Internet es tan fácil mentir como ser descubierto. Antes de Internet, lo fácil era mentir. Esto es lo que le ha pasado a Todd Rogers, un hombre que en los años 80 se hizo muy famoso por conseguir diversos récords en juegos de la época como 'Dragster', 'Barnstorming' o 'Centipede'. Un nuevo documental ha descubierto que sus hazañas no existieron realmente y que fue el primer gran tramposo de la historia de esta industria.
En el vídeo que encontraréis debajo de la noticia se lleva a cabo una investigación que demuestra que Rogers fue más listo que mañoso para conseguir que le pagaran por jugar a videojuegos. Este jugador consiguió un récord de 5.51 segundos por vuelta en 'Dragstar', algo imposible de conseguir por construcción, ya que tras un análisis en las tripas del título se ha descubierto que el menor tiempo posible es de 5.57 segundos. Y no es que Todd Rogers fuese un experto informático en ese entonces, sino que contaba con la ayuda adecuada para alcanzar la fama.
Lo único que tuvo que hacer este jugador para tocar las mieles del éxito fue llamar a un amigo suyo que trabajaba en Twin Galaxies, el organismo encargado de registrar los récords en Estados Unidos. Gracias a la ayuda de Ron Corcoran, Todd Rogers pudo aparecer hasta en el libro Guiness de los Récords. Corcoran era un árbitro encargado de registrar estas proezas y si se bucea en los archivos no se encontrarán ni fotografías ni vídeos que prueben lo que consiguió Todd.
Para más inri, Corconan fue arrestado hace años por abusos sexuales a una menor y la policía confiscó una gran cantidad de VHS que el árbitro guardaba en su casa. Rogers señaló que las pruebas de sus hazañas estaban en esos vídeos que tenía la policía y que nunca devolvieron, pero no fue así, ya que tras la investigación a Corconan, se descubrió que ese material poco tenía que ver con sus logros.