El crunch, esa definición que empleamos para hablar de la explotación laboral en la industria del videojuego y que tantas polémicas ha protagonizado durante los últimos meses, vuelve a salir a la palestra a raíz de las declaraciones de David Dedeine, director creativo del inminente 'A Plague Tale: Innocence'. Sin ir más lejos, el desarrollador considera que hay ocasiones en las que el crunch es algo necesario en la recta final de un desarrollo, aunque lo matiza asegurando que las condiciones económicas son un factor fundamental a la hora de valorar cada caso.
¿Un mal inevitable?
Dedeine considera que hay desarrollos en los que "hay momentos en los que te das cuenta de que deseas hacerlo mejor y los desarrolladores necesitan crunch", algo que afirma estar asociado al hecho de realizar un trabajo que les gusta: "Cuando tienen amor por lo que hacen, la gente trabaja mucho. Obviamente dentro de la ley, ya que en Francia la legislación es muy protectora con esto".
Además, también ha querido asegurar que esto es algo para lo que se deben metir los tiempos: "Somos conscientes de que no podemos empezar con el crunch demasiado pronto porque con eso quemas al equipo y lo necesitas en plena forma, pero cuando se encara la recta final, pulsamos el botón de crunch"
Sin duda, se trata de unas declaraciones polémicas que van a traer cola. El crunch es un mal presente en la industria del videojuego y, salvo que decida pronunciarse de nuevo y matizar sus palabras, no parece el mejor momento para normalizarlo.
'A Plague Tale: Innocence' llega el próximo 14 de mayo a PC, PlayStation 4 y Xbox One. Se trata de una aventura con mecánicas de sigilo y con un potente componente narrativo desarrollada por Asobo Studio y distribuida por Koch Media en nuestro país, en la que viajaremos por Francia durante la época del medievo. Un período en el que uno de nuestros principales problemas será la peste portada por las ratas.