Desde su llegada al mercado del videojuego con títulos como 'Half Life' o el reconocido sistema de distribución Steam, Valve se ha convertido en una de las empresas de referencia dentro del sector, incluso en varias ocasiones el proyecto iniciado por Gabe Newell ha traspasado la prensa especializada para aparecer en medios de comunicación más generalistas, como con la llegada de Varoufakis al gobierno griego o el caso que ahora nos ocupa, una demanda por discriminación de género que se remonta al pasado año 2012.
Más de 3 millones de dólares
Durante este año, y debido a una operación de cambio de sexo, la compañía solicitó a la afectada, perteneciente al departamento de traducción, que debía trasladarse a la ciudad de Los Ángeles durante la recuperación de su operación de cambio de sexo, algo a lo que la trabajadora no puso inconvenientes, aún cuando la compañía le aseguró que en este traslado también cambiaba su condición laboral, pasando a ser una autónoma subcontratada por la empresa.
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A pesar de ello, aceptó el cambio de condiciones, pero tras un largo período de tiempo la principal afectada por esta decisión decidió poner en conocimiento de la compañía lo que bajo su punto de vista era una situación preocupante sobre la condición de los trabajadores de su departamento, que no recibían directamente los pagos en los plazos establecidos y que contaban con traductores demasiado jóvenes para desempeñar diversos puestos.
Tras esta solicitud, la trabajadora fue despedida, algo que Valve niega alegando que simplemente era un nuevo traslado hacia la ciudad de Washington, algo que ella aceptó, pero que la empresa se negó a cumplir, momento en el que se llevó a cabo la demanda, registrada a lo largo del pasado mes de abril y a la que ha accedido el medio Polygon, donde se puede leer que "la verdadera razón de la finalización laboral era que el demandante se quejaba por el ambiente hostil de trabajo y las prácticas comerciales ilegales. Por otra parte, el demandante dio por terminada la relación laboral debido a su condición de transexual".
En esta misma demanda también se detalla que, tras el cambio de sexo, el supervisor directo la trató de forma despectiva, refiriéndose a la demandante como "él", algo especialmente ofensivo para las personas transexuales según detalla en la demanda, por lo que exige una indemnización de algo más de 3 millones de dólares, algo a lo que se niega Valve, que solicita la desestimación de la demanda.