Ocho mujeres más, entre las cuales encontramos tanto a empleadas actuales y antiguas de Sony PlayStation, se han sumado a la demanda por sexismo contra la compañía de videojuegos. Una demanda que tuvo origen el pasado noviembre y que emprendió la ex analista de seguridad IT Emma Majo, la cual asegura que Sony lleva años perpetuando un entorno de trabajo hostil contra las mujeres y que fue despedida por verbalizar sus condiciones.
Unas condiciones que, como no podía ser de otra forma, PlayStation negó en rotundo en su momento, pero que ayer fueron apoyadas por otras ocho mujeres que acudieron al abogado de Majo a prestar declaración. Todas ellas alegan haber sufrido comentarios denigrantes, insinuaciones y avances sexuales, y una total falta de apoyo y atención hacia sus trabajos e ideas. Marie Harrington, trabajadora de Sony Online Entertainment y Sony PlayStation desde hace más de dieciséis años, resalta en particular el desequilibrio en las promociones, en las que se ha llegado a considerar a cuatro mujeres frente a alrededor de setenta hombres, quienes al parecer "no tienen tantas responsabilidades familiares."
Silencio de Sony
Kara Johnson, antigua responsable de programa, anota en su declaración: "Creo que Sony no está equipado para lidiar de forma adecuada entornos [de trabajo] tóxicos". Añade que ella misma fue testigo de diez mujeres que dejaron su empleo en California poco antes de que se marchara ella misma en enero, cuando se hartó de denunciar la discriminación de género y contra mujeres embarazadas a sus superiores, y de que el (hombre) responsable de recursos humanos se negara a actuar en consecuencia.
Por ahora, Sony mantiene el silencio ante los testigos de estas mujeres, y no se espera que haya una vista judicial hasta el mes que viene, como pronto, para continuar con la demanda. Cuando Majo hizo públicas sus intenciones, los abogados de Sony se limitaron a decir que "[Majo] no puede identificar una sola política, práctica o procedimiento que demuestre la presunta discriminación intencional contra las mujeres, o que haya tenido un impacto discriminatorio sobre ellas." Veremos si los testimonios de otras ocho mujeres sirven para identificar algo más que un solo procedimiento.