El 23 de Marzo 2019 | 12:09
Finalmente, la nueva clase que Square Enix tenía preparada para mostrar en su Fan Festival no ha sido un hearler, como casi todos esperábamos. Ha sido una clase que parece más enfocada a satisfacer algunos fetiches de los japoneses con las Viera que a otra cosa. Si no, mirad el tráiler de lo que será el nuevo ranged DPS: el dancer (bailarín/a) en 'Final Fantasy XIV: Shadowbringers'.
La nueva clase, que por suerte no será exclusiva de un género, como casi parecía apuntar, será el nuevo rival a batir del bardo. Ya, en 'Final Fantasy XIV: Heavensward' vimos cómo el Maquinista intentaba añadir un poco de variedad al rol de DPS-soporte. Pero al final se centraron más en el daño que en la ayuda a los demás jugadores.
Ahora, la bailarina buscará rellenar ese hueco mediante bailes que potenciarán sus habilidades y, cómo no, también las del grupo.
Además, usará distintos tipos de arma arrojadizas. En el vídeo de presentación vemos al personaje con chakrams, pero ya han asegurado que habrá bastante variedad en sus armas y podremos verles empuñar otras cosas, como kunais, por ejemplo.
Un viejo conocido en los Final Fantasy
Durante casi toda la expansión de 'Final Fantasy XIV: Stormblood' se ha estado hablando del poder de los geomantes. La historia del Astrólogo iba sobre ellos, y algunas secundarias (la de The Four Lords) también nos dejó ver el poder de la geomancia en todo su esplendor.
Sin embargo, parece que al final les ha podido el fetiche japonés y han tirado por una clase que enseña más cacho que cualquier otra. Sobre todo en su faceta femenina. Además, es ideal para que las Viera, que ya de por sí enseñan bastante, lo hagan con más motivos... o menos, depende de cómo lo veamos.
Y es que el trabajo de dancer ha estado presente en muchos juegos de la saga. Pero siempre ha sido un soporte que ayudaba más que hacía dps. Los bailes solían dar rapidez, protección o fuerza.
Veremos a ver qué nos muestran en las cartas del director de este Fan Festival y si, al final, tienen guardada la sorpresa del geomante (o el mago verde) por algún lado. Aunque viendo lo visto, mucho nos tememos que nos vamos a tener que esperar dos años más para ver algo del geomante.